Textos, escritos y comentarios

Tetxos, escritos y comentarios pretende poner a disposición del público, una serie de artículos de psicoanálisis, pequeños escritos, comentarios políticos. Algunos ya han sido previamente publicados (en ese caso el artículo en cuestión tendrá un formato ad hoc), otros no encontraron su pasaje al público, y otros fueron divulgados entre algunos lectores y amigos. Aliento a que si alguno de los textos encuentra un lector interesado en dialogar con él ,lo haga sin reservas.

sábado, octubre 21, 2006

ARGUMENTO DEL SEMINARIO 0...1, UN ABISMO O PEOR AÚN.





école lacanienne de psychanalyse

Seminario


0 ... 1, un abismo o peor aún.
Mario Betteo Barberis


RESONANCIAS y DISONANCIAS ENTRE LO UNIANO Y EL TRAZO UNARIO (Y ciertas observaciones acerca del fenómeno de masas, de la transferencia y de la retórica a partir de la figura paradigmática de Adolf Hitler)



Mario Betteo Barberis

Viena: 1910. Sigmund Freud paseaba por las calles de la ciudad cuando por azar se cruzó casualmente con un joven artista quien le quiso vender alguna de sus telas y cuadros con motivos ciudadanos. El joven mal vestido, con aspecto de bohemio y de lumpen, al no lograr su cometido con ese judío ya mayor, se alejó de él. Contemplar aquel extraño semblante por parte de A.H. , estudiarlo rasgo por rasgo tuvo el carácter de una experiencia; cuanto más lo veía, tanto más asombrosa le resultaba la diferencia entre sí mismo y ese hombre. Adolf Hitler no sabía que se había cruzado con el inventor del psicoanálisis , ni éste imaginó que veintisiete años después iba a tener que exilarse en Londres a causa de las directivas de persecución que ese sujeto había impartido hacia la comunidad judía. Ese encuentro nunca efectuado, aunque sí ficcionado, dio lugar a plantear lo que sigue.

En el primer párrafo de “Psicología de las masas y análisis del yo” (1921), Freud aventura a decir que “en la vida anímica del individuo, el otro cuenta con toda regularidad, como modelo, como objeto, como auxiliar y como enemigo [...]” Y es desde esta perspectiva, incluyendo al otro como figura fundamental de toda subjetividad que prosigue en una detallada composición alrededor de la masa y el yo. La masa, a veces es casi una exacta sinonimia del yo ; a veces diferenciándose identifica a la masa comportándose mas cercana al sueño que el yo debido a la sensibilidad de la primera al poder de la palabra. El mecanismo de las identificaciones reposa en ese texto al momento que apunta sobre tres formas fundamentales de ligazón afectiva, entre la que se encuentra la identificación al rasgo.

[...] die Identifizierung eine partielle, höchst beschränke ist, nur einen einziger Zug von der Objetkperson entlehnt. “La identificación es parcial, limitada en grado sumo, pues toma prestado un único rasgo de la persona objeto.”

En su momento, Lacan no dejó pasar la ocasión para señalar la operación de identificación que se produjo sobre el trazo unario (einziger Zug) identificado en el bigotito de Hitler, eso que habría contribuido decisivamente a dar apoyo a una de las catástrofes subjetivas más espectaculares de la historia. Incluso al comienzo mismo del seminario de 1976, L’insu que sait de l’une bevue s’aile amourre, Lacan se detuvo en este detalle en el mismo momento en el que proponía una renominación del inconsciente freudiano. Esa “vuelta” al trazo unario que parece de otros tiempos nos obliga a revisar a la luz de ese seminario, el siempre polémico texto de Freud “Psicología de las masas y análisis del yo” (1921).

Ese “bigotito” que tanto para Lacan como para otros antes que él lo identificaba al líder del Reich (incluso Charlie Chaplin compartió ese bigote con A.H. hasta confundirse en ocasiones con él: ya veremos hasta qué punto en el film “El Gran Dictador”, perseguido y perseguidor, judío y nazi están allí paradojicamente engarzados), nos plantea problemáticas y a veces incómodas cuestiones, más cuando es necesario acercarse a quien se considera como “la mayor encarnación del mal” en la época moderna. Este no es un problema que debamos seguir dejando en la oscuridad. La implicancia que tiene el descuido de esta traza de lo social en el análisis lacaniano, hace necesaria también cierta reconsideración acerca de los modos de la transferencia en el interior de la masa de a dos que resulta el análisis sometido a los avatares del amor, incluso a menudo en su cara hipnótica. Aún desde el momento en que se cita a Hitler ya no es posible desligarlo de un ejercicio, aquel de la retórica. Ella juega un destacado papel cuando la función del público está en el horizonte de la caída del régimen de suposición de saber.

Unien, unaire, uniano, unario, términos de Lacan separados y opuestos, recostados a su vez en registros diferentes serán herramientas para operar en las espinosas citas extraídas del Mein Kampf y de los múltiples estudios ya realizados sobre A.H. Las variedades del Uno que Lacan desplegó en especial durante su seminario ...ou pire y Le savoir du psychanalyste ; el pasaje del 0 al 1 como una momento fundacional y extremadamente complejo en donde el Uno que se repite no se totaliza en dicha repetición, o sea, aquello que se alcanza en la experiencia del análisis por la veta del sin sentido, en el no de sentido reconocible en el sueño, en el lapsus, en las palabras del sujeto que le advierten que su cuerpo está afectado por el inconsciente como saber, desde este punto de vista lacaniano es que avanzaremos lentamente sobre preguntas y constataciones incómodas referidas a la particularidad de la figura paradigmática de A.H.
¿En que habrá consistido la operación que hizo de pasaje, de “transformación” , de Adolf Hitler de un lugar anónimo en una masa al de líder absoluto del Tercer Reich? ¿De qué manera la cuestión del “otro” entendido como soporte -tal como lo subraya Freud bajo la forma del enemigo - se encarna en este caso atrozmente en la figura del judío? No se trata de explicar el origen ni los porqué de las decisiones que tomó Hitler para exterminar a millones de judíos, gitanos, homosexuales; enfermos, discapacitados (debería escribirse en este caso eutanazia) en nombre de . . . sino mas bien de inscribir a Hitler - mas próximo a un sujeto sin atributos- en algún discurso, allí mismo donde surge su risa final como patético corolario de su odio hacia Alemania.

El seminario comenzará el martes 13 de abril del presente año y proseguirá los segundos y cuartos martes de cada mes.

Lugar: HOTEL ALPINO. Cabello 3318, Cap. Fed.
Horario: 21:30 horas (con puntualidad)

Bibliografía general:

S.Freud: Psicología de las masas y análisis del yo. (1921)

J. Lacan: Seminario ...ou pire (1971-72) y Le savoir du psychanalyste (1971-72) . Además algunas sesiones de seminarios en los cuales Lacan se dedicó a formular detalladamente la función del trazo unario.
Dany-Robert Dufour: Les mystères de la trinité, nrf Gallimard, París, 1990.
R. de Saussure: Psicoanálisis de Hitler, La Pleyade, Bs.As. 1963.

Platón: Parménides ,Biblioteca Edaf,Buenos Aires, 2002.

Gottlob Frege: Los fundamentos de la aritmética, UNAM, México, 1972.
Charles Seife: Zero. The biography of a Dangerous Idea, Viking, USA, 2000.
Ernest Nagel y James R. Newman: El teorema de Gödel,CONACYT, México, 1981.


Ian Kershaw: Hitler , Península (Dos tomos), Barcelona, 2000.
Adolf Hitler: Mi lucha, Ed. Wotan, Barcelona, 1995.
Albert Speer: Memorias, El acantilado, Barcelona, 2001.
Ron Rosembaum: Explicar a Hitler, Siglo XXI ed. ,México, 1999.
Sebastian Haffner: Anotaciones sobre Hitler, Galaxia Gutemberg, Barcelona 2002.
Philippe Lacoue-Labarthe y Jean Luc Nancy: El mito nazi, Anthropos, Barcelona, 2002.
Victor Klemperer: LTI La lengua del tercer Reich,Minúscula, Barcelona, 2001.
Nicolás Casullo: Viena y la mirada del héroe antisemita en “Pensamiento de los confines”, Nº1 , 1998, Buenos Aires.
George Steiner: Pasión intacta, Siruela-Norma, Bogotá, 1997.
George Steiner: El traslado de A.H. a San Cristóbal, Mondadori, Madrid, 1994.
Martin Amis: La flecha del tiempo, Anagrama, Barcelona, 1996.
Elias Canetti: La conciencia de las palabras, FCE, México, 1992.
Elias Canetti: Masa y poder , Alianza, Barcelona, 2000.
Harry Mulisch: Sigfrido, Tusquets, col. Andanzas, Barcelona, 2001.
Siegfried Kracauer: De Caligari a Hitler. Una historia psicológica del cine alemán, Paidos estética, Barcelona, 1985.
Paul Virilio: Amanecer crepuscular, FCE, Bs.As. 2003.
Ricardo Piglia: Respiración artificial, Ed. Sudamericana, Bs.As. 1988.
Peter Adam: El arte del Tercer Reich, Tusquets, Barcelona 1992.
Joachim Riedl: Viena infame y genial, Anaya-Muchnik, Madrid, 1995.

Leni Riefenstahl: El triunfo de la voluntad, film de 1934.
Charles Chaplin: El gran dictador, film de 1941.
Joseph Losey: El señor Klein, film de 1976.
Woody Allen: La maldición del escorpión de jade ,film de 2003.



Colaboración para cubrir gastos: $5.

CARTA RESPUESTA a JACQUES ALAIN MILLER





Estimado Jacques Alain Miller:


“¿Porqué no lo leí antes?” , es la pregunta que me hice mientras iba concluyendo la lectura sus Cartas a la opinión ilustrada.

Me resulta necesario decirle de qué manera llegó su libro a mis manos; el modo también forma parte de las condiciones de lectura. Sucede que en estas fechas es habitual recibir regalos y mi cuñada tuvo la buena idea de regalarme un CD de Borges que recopila una serie de sus poemas y textos breves leídos por él mismo. Incluso se llama “Borges por él mismo”. Como ya lo tenía en mi biblioteca , procedí a ir a la librería Norte del prestigioso librero y poeta Héctor Yánnover para realizar el canje. Tenía en mente un libro de Cozarinsky Vudú urbano muy recomendado por un amigo, y como quedaba un plus de diferencia a mi favor me puse a buscar algo que estuviera a mi alcance. Ese plus de goce de lectura iba a recaer finalmente en sus cartas. Su cara de buen hombre que seductoramente mira desde la tapa me llamaba esta vez a leerlo. Obviamente que tuve que poner también yo - un plus - pero valió la pena. Miller por él mismo , ese ... no lo tenía.

Primera sorpresa de mi parte. Se lee de una sentada. Y eso no es poco en estos tiempos de fatiga y de maltrato verbal y social. De esa sentada a estar sentado frente a mi PC escribiendo no ha tardado mas que algunas horas. ¿Por qué no lo leí antes? era mi pregunta de inicio. Ensayo alguna respuesta y al mismo tiempo le cuento lo que leí en esas cartas que no solamente me interesaron en tanto analista, sino para dar alguna indicación de lectura de los problemas que le encuentro a algunos de sus párrafos.

No lo leí antes porque viviendo en esta ciudad, en los últimos tiempos he estado bombardeado por el frenesí y el entusiasmo desmedido que esta cultura de la inteligencia da frecuentemente a sus hallazgos. Usted y yo no nos conocemos personalmente. Sin embargo sus intervenciones en el campo del psicoanálisis a título de Director de una Asociación, de yerno de Lacan, y de algunos otros títulos más sobre la doctrina de Lacan y sobre la política del psicoanálisis me han parecido la mayoría de las veces de un aire de censura y de administración de la lectura. Le informo que soy miembro de la école lacanienne de psychanalyse desde hace ya una década y las polémicas alrededor de sus políticas y de sus posiciones han dado y siguen dando motivos (esto es psicológico, lo siento) para el discenso. ¡No sabe lo que movió dentro de la elp en París su cambio de lugar con relación a Lacan ...!

Como apreciación al margen, el hecho de que hayan sido un D y otro D aquellos que hicieran despertar al molinero de su sueño, yo los leo como d y D, letras que designan el deseo y la demanda.

Se desataron pasiones muy genuinas de alegría por parte de algunos amigos de la école de los que usted nombra con nombre y apellido. Y me alegro yo también de que algunos que estaban distanciados de usted, enemistados tal vez o nada de eso, quien sabe, encuentren que el uno en mas, el uno cualquiera abra las puertas del archivo y del diálogo con los otros. Ahora bien, de allí a que yo suscriba con usted de que “este libro es el monumento conmemorativo de ese momento mágico”, hay una enorme distancia. Solamente esa frase y esa palabra “magia” me evoca a un clima de personaje de la saga de Harry Potter. Parodiando un poco entonces , usted, JAM , por fin ha dejado de ser un mortífago ¡!! (Lo parodio hasta donde alcanza mi pobre estilo) ¿Cuánto durará ese efecto? ¿Qué confianza puede despertar de ahora en más su declaración? ¿A dónde apunta esta serie de cartas que bien leídas son geniales y mal leídas son tan geniales en cuanto dicen cosas encantadoras? Sólo el tiempo lo dirá.

Le pregunto y me pregunto ¿qué efectos han tenido realmente esas cartas en la comunidad del psicoanálisis en Buenos Aires? ¿ Es que hemos sido afectados por la ola expansiva de su destitución del lugar conservado durante años? Alguna respuesta debería llegar desde estos rumbos que aún yo no alcanzo a registrar, seguramente debido a mi escasez de ilustración. En Buenos Aires hasta el momento ni la ELP ni la AMP o la EOL han realizado algún movimiento efectivo, detalle que dejo en suspenso.

Usted describe con admiración algo que para mí punto de vista es un importante problema. La enseñanza de Lacan se estudia en todas partes y ello queda demostrado mas que en ningún lugar en esta ciudad. Que en la APA se desarrollen corrientes lacanianas, para usted es un hecho que no le depara ninguna pregunta. Es desde este lugar que me apoyo para escribirle , para interrogar eso que usted da por un hecho (y que lo es) .

Es cierto que Lacan irradió la lengua francesa por fuera de su París y de su Francia . Y ese efecto de entrada teñido de un curioso efecto de supuesto saber sin sujeto. Fueron muy pocos los argentinos que cruzaron el Atlántico para analizarse con quien soportaba con su nombre un saber que se transmitía en francés y por escrito. Llama la atención ese desfasaje. Mientras Lacan dictaba sus seminarios en los años 70, acá se comenzaba a leerlo sobre todo los Ecrits y los primeros seminarios en francés por intermedio de un Masotta que haciendo lo mejor que sabía hacer, al mismo tiempo que inyectaba lacanismo en nuestra lengua, producía un sinnúmero de transferencias hacia su persona que quedaron desatadas, como cables eléctricos vivos y haciendo cortocircuito. Si me aventuro un poco mas, puedo decir que su llegada a la Argentina (la de usted Miller) , vino a suturar en parte esa muerte del maestro. Hay un duelo allí que no cerró su bucle aún. (Acuerdo plenamente con usted en cuanto a que , entre analistas o dirigiéndose a analistas supuestos, no se trata de debatir ideas sino de ser interpretados. Es mejor saberlo de antemano. En este sesgo me ubico en este momento. Usted ya está advertido.)

Entonces Lacan quedó en souffrance (léalo medio en castellano y escuchará a qué me refiero) ¿Serán sus cartas las que levanten ese sufrimiento? Ese fervor por el psicoanálisis que usted detecta en estas orillas del Plata, esa alegría que lo embarga por ver insinuarse un psicoanálisis con una IPA tal como se insinúa en Buenos Aires, y finalmente su deseo de que comience la argentinización del psicoanálisis francés, es tan cómico que vale el precio del libro poder leer semejante ambición. ¿Usted sabe lo que dice cuando pide la argentinización? Es de la misma estrafalaria política que aspirar al afrancesamiento del psicoanálisis (cosa que también ya fue un hecho).

A nota de recordatorio , ya en nuestra escuela y hace algunos años Jean Allouch nos advertía, en su estilo a veces tan acompasado en el suyo, de que el problema del psicoanálisis era justamente ...la argentinización. Si argentinizar sirve para cualquier cosa, para avisar de un peligro como para indicar un ideal, estamos jodidos. Si usted en calidad de exterior a esta lengua está en condiciones de definir que quiere decir “argentinizar” bienvenida su argumentación. Si argentinizar es promover espacios de discusión y debate , sería interesante que demostrara que eso ocurre entre los analistas de las diversas escuelas y la APA , reales, serias, sostenidas y no oportunistas, mirando el beneficio de lustre y el mercado de la nueva clientela ondeando por el horizonte.

No se si usted está al tanto de los efectos que tuvo la proscripción en estas tierras. Cuando usted machaca de que Lacan excomulgado, de que Lacan proscripto, que sufrió, etc., lo invito a que lea de cerca los efectos de la proscripción del nombre de Perón de la política argentina post golpe del 55 y los desastres que eso acarreó una generación después. Y no pongo solo el peso en los cuerpos militares que tomaron violentamente el poder, sino que es necesario implicar a ese personaje de la historia, cuanto hizo su gestión y su persona para que finalmente sufriera la proscripción . No nos olvidemos que esa operación sobre su nombre nació entre militares (Perón lo fue hasta sus últimos días) y entre ellos se pagaban cuentas pendientes. Nadie es santo en este redil. Incluso su retorno estuvo marcado por una frase que se hizo lamentablemente célebre invocada por el General Lanusse cuando desafiaba a Perón que estaba en España: “Hay que ver si le da el cuero para volver”. Entre esos estábamos metidos. ¿Y el psicoanálisis?

Entonces, no basta con que usted haya clausurado una reciente jornada de la elp en París con su Mot juste, para que se establezcan diálogos reales de contacto entre analistas. La viveza criolla es también un patrimonio de la Argentina que tiene un sello for export.

Me preocupa que estas cartas solo sean leídas para acompañar el efecto de comparsa que suele darle ritmo a nuestras manifestaciones públicas. Es cierto, ¿cómo vamos a discutir el pase, el fin del análisis, la nominación, le estatuto de la fantasía, la efectuación de la transferencia , la tumba para Edipo, la sepultura de la psicopatología, la renominación del inconsciente como l’unebevue, la letra y las operaciones que la diferencian del significante, la topología como clínica , el establecimiento de los seminarios de Lacan y sigo ... , si en el horizonte usted coloca una reunificación por fragmentación, sin plantear antes las razones doctrinales y no solamente transferenciales que tontamente nos separan?

Esta carta de lector finalmente es efecto de sus cartas. Se lo agradezco seriamente. Me interesa realmente que se efectúen encuentros entre analistas , sean lacanianos o no. El asunto es cómo generar ese campo sin que se lo lleve por delante la sospecha y las marcas de una historia que todavía no da muestras de pasar al olvido.

Le saluda cordialmente

Mario Betteo Barberis

Buenos Aires 29 de diciembre de 2002.

EN LA RADIO fm Palermo : Acerca del genocidio en Ruanda


Tarea realizada

Algunas reflexiones acerca del genocidio hutu en Ruanda.

Mario Betteo Barberis

En 100 días, desde abril a julio de 1994, 800.000 tutsis fueron asesinados a manos de sus vecinos hutus. El método no fue ni las armas de fuego ni las cámaras de gas, sino que usaron el machete, su herramienta fundamental en la vida agrícola. Jean Hatzfeld, periodista y corresponsal de Liberation consiguió el permiso del gobierno ruandés para entrevistar a los supervivientes del genocidio y a causa de esa investigación publicada en el 2002 “Dans le nu de la vie. Recits des marais rwandais” ( En lo desnudo de la vida. Relatos desde los pantanos de Ruanda), logró entrar a la cárcel de Rilima y entrevistar esta vez a los perpetradores de la masacre. La lectura de este libro “Una temporada de machetes” Anagrama, Crónicas , 2004, impacta y somete al lector a una permanente prueba de resistencia. El testimonio de los asesinos obliga a mirar de frente esta serie de acontecimientos que se realizaron cuando ya se creía haber alcanzado lo peor del terror y el espanto durante la segunda guerra en lo que se conoce como la Shoa.

En esta alejada región de Africa, Hatzfeld ordena los testimonio de acuerdo a ciertos ejes temático que hace de su lectura, pequeñas lecciones. Inmediatamente después del asesinato del presidente de Ruanda, Júvenal Habyarimana al explotar el avión en que viajaba a manos de un comando tutsi, los hutus de las localidades campesinas se organizaron casi sin preparativos previos para dar caza a todos los tutsis que vivían en la región. Dicen los asesinos que no había tiempo que perder y que aunque eran simples campesinos, era necesario acabar la tarea, a la manera en que se debe apurar el cuando tiene que levantar una cosecha: si se pierde el tiempo, se pierde el resultado. Los hermanos hutus se habían convertido de un día para otro en fervientes patriotas que con las armas/herramientas del campo, el machete, salieron cada uno de su casa a cazar a su vecinos tutsis. Dice Leopord: “Me pareció que matar no era nada del otro mundo; ni siquiera noté, mientras los mataba, nada que me convirtiera en asesino”. Esa continuidad entre el matar a un semejante y no hacerlo, esa facilidad que le otorgaba el hecho de que los tutsis escapaban de los poblados como si se sintieran algo responsables de la caída del poder institucional, incluso el miedo que tenían y la sensación de estar totalmente abandonados a su suerte, formó parte de esa “facilitación” para el acto asesino.

La naturalidad del acto se ponía de manifiesto de maneras variadas. Por un lado, consideraban que “rajar” a los tutsis (ese era el nombre que le daban a los machetazos que segaban la vida de sus vecinos) era un trabajo más, similar al de cortar los papiros. Por ello es que suspendieron las tareas agrarias para ocuparse de desmalezar los campos de alimañas. Es por eso que de noche, al volver a sus casas podían dormir con tranquilidad, sin sobresaltos ni sentimientos de culpa. Los tutsis ya se habían convertido en una especie de vegetal o pequeño animal, y eso aligeraba la tarea para los humus.

Por otro lado, Hetzfeld señala que la matanza se realizaba sin “tareas de espionaje y reconocimiento” ya que todos se conocían desde siempre y solo bastaba ir directamente a la casa de su vecino o al futbolista del equipo contrario, como para realizar su tarea. Es de destacar el hecho que ambas etnias hablaban la misma lengua, vivían en los mismos lugares y se diferenciaban solo por algunos unos rasgos físicos, un tanto aleatorios. En Alemania , país de filósofos, la meta del genocidio durante el Tercer Reich era purificar el ser y el pensamiento. En Ruanda, país de campesinos, la meta del genocida fue purificar la tierra, desinfectarla de esos agricultores - cucarachas que iban a la muerte sin romper el silencio, sin implorar a ningún dios o espíritu, sin ofrecer resistencia física.

Pancrace le dijo a Hatzfeld : “Sabíamos que a nuestros vecinos tutsis no se los podía acusar de nada malo, pero creíamos que todos los tutsis tenían la culpa de nuestras desgracias de siempre”. Según los testimonios, da la impresión que hubo un primer tiempo gobernado por las sospechas, la desconfianza, pero no se trataba aun de odio. Ese odio se desató inmediatamente después de la caída del avión que llevaba al presidente. Como si esa pérdida del jefe de gobierno, esa verdadera caída desde el aire del unificador político de los hutus hubiese desarreglado la convivencia y se hubiese desatado, no el pánico sino la persecución.

¿Rebelión en la granja? ¿Animalidad en el espacio humano? Lo importante del trabajo periodístico de Hatzfeld es que la recopilación de testimonios deja permanentemente abierta una puerta a la colaboración del lector en la lectura, en el sentido que el autor no clausura con ninguna explicación el misterio que este acto de masas trae atado. El autor prefiere que los sujetos hablen y den su posición. Así Pancrace decía que las matanzas de esa categoría tenían hambre de muerte mas no hambre de vida como en el caso de las fieras. Era un hambre que no se saciaba, ya que no satisfacía ninguna necesidad llamada “natural”, sino que mas bien producía una especie de satisfacción en el sentido de quien dice “tarea realizada”. Un trabajo, un despliegue de energía que se trocaba en la producción de un bien de capital, e incluso, no faltaban las rapiñas, los hurtos, la apropiación de los bienes mas preciados y envidiado por los humus, es decir las vacas y las chapas de aluminio de los techos.

¿De que se trató entonces? Pregunta permanentemente el periodista en búsqueda de una respuesta que tranquilice el espíritu. Ninguno de los asesinos mostraba signos de trastornos psíquicos, comenta Hatzfeld, desafiando con esto a todo el orden psiquiátrico y psicológico que vería con buenos ojos este caso para hablar de patología o enfermedades psíquicas. Es un fenómeno que requiere mas prudencia y calma en su estudio ya que toca registros que conducen al análisis las consideraciones fundamentales de la constitución de la subjetividad.

Una de las grandes diferencias con cualquier otro ejemplo de maquinaria para matar es que en los casos de Videla, Stalin, Husein u otros , estos contaron de alguna manera con la sumisión generalizada de la población, pero no consiguieron poner en pie a una población entusiasta que matase cantando a diario y en horario laboral. Resultó algo mas allá de lo natural en personas muy naturales, como cita Jean Baptiste Munyanokore. Lo mas semejante deben haber sido los pogroms en la Rusia de principios de siglo o en la Alemania nazi previa a la declaración de guerra. Sin embargo, en estos casos, no se generó un hábito, una rutina, una repetición como la que se da en el ritmo laboral.

En contra de lo que sucedió con criminales de guerra quienes tras la caída tienden a encogerse y desaparecer entre bastidores, los hutus asesinos tienen la tendencia, según Hatzfeld, a colocarse en el centro de la escena. El autor da una prudente hipótesis al respecto: el carácter absoluto del proyecto fue lo que les permitió llevarlo adelante con cierta tranquilidad y hoy no les altera en mayor grado saberse responsables de él. La paradoja es que la monstruosidad del exterminio da una sensación de culpa a los sobrevivientes, los obsesiona, mientras que se le quita a los asesinos, los serena y quizás los libera de la locura.

Tal vez haya que leer esta serie de fulminantes testimonios sin afán de darle una respuesta satisfactoria. El desarreglo social parece que no encuentra su propio límite sino que se renueva en apariciones cada vez mas inimaginables. Esto es algo que transmite la lectura de esta investigación, que recuerda sin proponérselo, a la pequeña obra maestra del cine “El retorno de los muertos vivos” de Romero. Hay algo anidado en lo social que periódicamente , a la manera de un virus, desentierra , desata al cuerpo de sus ataduras temporales y espaciales y desafía, pone en cuestión todo el monumento identificatorio que llamamos civilización. No se trata de la barbarie cara a los europeos y a nuestros continuadores americanos, sino que alcanza la dimensión de un precio, una terrible cuota que lo humano debe de pagar por su aumento de capital de saber y placeres. Los hutus y los tutsis dieron muestra de ello, cuando testimonian que uno de los factores desencadenantes de la tragedia fue ya no solo la caída del líder sino la machacona insistencia a través de la radio, de los medios de comunicación, de voces irrefrenables que el oído no podía detener. Como cuenta Adalbert, “las radios exageraron para calentarnos la cabeza. Ellas nos enseñaron los nombres de “cucarachas” y “serpientes”. La maldad de las radios estaba demasiado bien calculada para poder oponerse a ellas”. El genocidio no es en realidad un problema de miseria y falta de instrucción. En 1959, los hutus mataron, expulsaron, saquearon continuamente a los tutsis, pero ni por asomo pensaron en exterminarlos. El punto de catástrofe se localizó mas adelante, cuando se habían generado condiciones de tensión que un golpe pone en marcha, a la manera de las fichas de dominó, un ordenado despliegue de fuerzas.

Finalmente encontramos en Sylvie, una de los sobrevivientes, declaraciones que orientan futuras lecturas. “Tengo que dejar claro que, tras un genocidio, algunas palabras no tienen ya el mismo sentido que antes, algunas palabras pierden del todo el sentido y quien escucha tiene que estar al acecho de los cambios”. ¿No es hora de escuchar esa advertencia?


Mario Betteo Barberis

CONFERENCIA EN EL CAP: "LA ESPECIE HUMANA"



LA ESPECIE HUMANA


(Conferencia dada en el CAP, julio del 2006)
MARIO BETTEO BARBERIS

“Ningún animal puede entrar en relación con un objeto como tal sino solamente con los portadores de significado”.
Jacob von Uexkhüll.

“Todo animal se apareja con un congénere de su misma especie.”
Adolf Hitler.



Erna Ibáñez estuvo presa 18 meses detenida en el penal de mujeres de Ezeiza acusada de haber asesinado a su bebé recién nacido. Salió en libertad condicional, luego de que el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 4 lo determinara después de tres jornadas de sesiones. Erna Ibañez es una joven de nacionalidad paraguaya.

La historia pública de Erna empezó hace dos años, cuando quedó embarazada de su pareja, Fulgencio Benítez, quien estaba estudiando para ser cura pero que, cuando la conoció, dejó los hábitos por ella. Ambos querían tener al hijo, en contraposición a la familia de ella, que rechazaba la relación y que llegó a maltratar a la joven y amenazarla de muerte: “Mi mamá me pegaba con garrotes, quería matar al hijo que tenía en mi vientre y me quería matar a mi también. No me dejaba ver a Fulgencio, pero no podía irme de mi casa porque no teníamos trabajo y no iba a vivir en la calle estando embarazada” cuenta Ibáñez con un castellano dificultoso que aprendió durante el año y medio que estuvo en el penal. Así fue como Erna, a pesar de que tenía una hija de 6 años en aquel momento, Sebastiana, que se quedó con la abuela en Paraguay, decidió tres semanas antes de tener a su bebé venirse para Buenos Aires a la casa de su hermano que vive en la villa 20 de Lugano. Apenas llegó se hizo los controles médicos para asegurarse que su hijo estuviese bien y le dieron fecha para el 17 de octubre del 2004.

“La noche anterior tenía mucha sed y me levanté de la cama que compartía con mi hermana para ir a tomar agua. En la cocina me agarraron dolores muy fuertes, le gritaba a mi hermana para que me ayudara, pero nadie me contestaba. Después de un rato rompí bolsa, tuve al bebé de parada y me desmayé. Cuando me desperté después de no sé cuánto tiempo la encontré a mi hermana al lado y me dijo: 'murió tu bebé', se alejó, no me dejó verlo y yo seguía con la placenta adentro y con un dolor terrible” recuerda Erna. Fue después de tres días que, a pesar de la negativa de la hermana de acompañarla al hospital, decidió ir a lo del médico sola. Su hermana Sonia fue finalmente con ella, y con una mochila roja que cuando llegaron a una plaza que quedaba por el camino la tiró a la alcantarilla. Erna explica que se retorcía del dolor por los pasillos de Lugano y que no pudo tomar “esa bolsa que mi hermana había tirado, pero estaba segura que era mi hijo”.Cuando llegaron al hospital, la médica que le había dado fecha para el parto no estaba. Así, volvieron al otro día y la ginecóloga Liliana Collia, en lugar de revisarla, la denunció a la policía. “Yo no sabía hablar castellano, me preguntaban donde estaba mi hijo, y en la comisaría me acusaron de que lo había tirado por ahí” recuerda Erna.

“Yo estaba en Buenos Aires trabajando y ahorrando todo lo que podía para buscar a Erna y a Sebastiana y sacarla de esa casa donde la maltrataban. Cuando hablé con su familia me enteré que Erna estaba en Buenos Aires presa y que mi hijo había muerto” cuenta Fulgencio Benítez, la pareja de Erna, quien se contactó en forma inmediata con la diputada por Autodeterminación y Libertad Noemí Oliveto, para luchar por la libertad de su novia.

Erna pasó casi un año y medio en el penal de Ezeiza sin ser juzgada. Recién en marzo de este año pudo reencontrarse con su hija Sebastiana, quien fue asistida psicológicamente para explicarle por qué su mamá estaba presa desde hacía tantos meses.

El juez Eliseo Rubén Otero quien fue el primero en hacerse cargo de la causa, dijo: “Es un monito, por eso mató al bebé”.

En ningún momento el consulado puso un traductor a disposición de Erna y de la causa, y eso fue un motivo importante para que los jueces del Tribunal Oral 4 la dejaran en libertad. Fue la Fiscal Cecilia Pombo quien pidió la reclusión perpetua de Erna al acusarla de homicidio agravado por el vínculo, basándose en las declaraciones de la médica Liliana Collia, quien denunció a Erna sin siquiera haberla revisado. “Lo de la ginecóloga es una vergüenza. La culpabilización de los médicos respecto de las mujeres es muy fuerte. Ella mintió, primero declaró que la había atendido y después dijo que sólo le dio un informe a su jefe y que no supo más qué pasó después de que a Erna la detuvieran” explica Oliveto. Tanto es así, que cuando Ibáñez llegó a Ezeiza la internaron y le realizaron tres legrados con un cuadro de infección.También Oliveto cree que lo importante es que no haya más Ernas en la cárcel y que casos como el de Romina Tejerina, la chica condenada a 14 años de prisión por asesinar a su hijo recién nacido producto de una violación, salga en libertad. “Hay que empezar a ver la situación de todas las mujeres en la cárcel, que son mulitas, no narcotraficantes”.

La causa cambió de carátula a homicidio culposo, que permite pasar la pena a seis años y no a cadena perpetua, y que es una condena excarcelable. Lo primero que hizo la joven al salir fue ir a visitar, junto a su pareja y su hija de seis años, Sebastiana, a su hijo, a quien llamaron Cristian, al cementerio. “Nunca le pude ver la cara a mi hijito y eso causa un dolor terrible”, recuerda con tristeza Ibáñez abrazando a su hija.[1] Hay un libro publicado por “Autodeterminación y libertad” titulado “Una entre miles-el drama de Erna Ibañez-“ por Luciano Saracino, 2005. La frase del juez Otero está transcripta de esta manera: “La chica es como un monito, no sabe ni hablar, por eso la mató”. Incluso aparece que el juez trata al bebé como una niña (la) y en otra frase dice: “¿porqué está detenida? Acá está todo claro, mató a la hija”. Según la denuncia de Luis Zamora, el juez Otero habría también dicho lo siguiente: “En el Litoral y en el Paraguay, se mata así, a sangre fría, es lo habitual, lo aprendí en todos estos años que tengo de juez. En el Noroeste lo habitual es el incesto, podríamos hablar de otras comunidades y sus prácticas habituales para comparar. En Paraguay se mata así.” (p.90)



Franz Kafka y el nazismo: un cierto clima de época.


En el capítulo XI de Mein Kampf, Hitler escribía en 1924 que había verdades diseminadas por todas partes pero que el vulgo no ve aunque están a la vista de todos. Una de ellas sería la siguiente:

“Uno de los mas trascendentes principios de la vida es el aislamiento de las especies entre sí. Basta la observación mas superficial para demostrar cómo las innumerables fórmulas de la voluntad creadora de la Naturaleza están sometidas a la ley fundamental, inmutable, de la reproducción y multiplicación de cada especie restringida en sí misma. Todo animal se apareja con un congénere de su misma especie. La abeja con la abeja, el pinzón con el pinzón, la rata con la rata, etc.” (217)

Esta forma de establecer un postulado , en Hitler está al servicio de solo una cosa. Demostrar que el resultado de cruzamiento de razas tiene como resultado el rebajamiento del nivel de la raza mas fuerte y la regresión física e intelectual, el comienzo de una enfermedad que avanza segura y lenta, que es como atentar contra el Creador. Para él y para muchos otros de su época, la raza está determinada no por la lengua sino por la sangre. La decadencia es resultado de una mezcla de sangre entre pueblos y no de lenguas. Para Hitler habría algo anterior a la lengua que hace que su naturaleza íntima saldría a la luz no importa en que lengua hable.

Y allí es donde aplica su definición de animal para demostrar que los judíos son animales de otra especie. Es otra especie cuyos parámetros lo hacen el polo opuesto al ario. Los judíos ni siquiera son nómades ya que según Hitler es como un parásito que se pega a otro cuerpo para alimentarse de él y es así como se intala. La identificación del judío como un bicho, lo acerca notablemente al ejemplo que usó Von Uexkhüll con la garrapata. El animal que es huesped será eliminado por el parásito. Su descripción del judío está emparentada con ciertas consideraciones que otros hicieron antes que él; Schopenhauer, Marx, entre otros. Incluso llega a calificarlo como un vampiro que después de la inmolación de la víctima, desaparace tarde o temprano. Con este tipo de argumentos consideró que era una causa justa y humana hacer desaparecer a los judíos de la faz de la tierra, para que ellos no acaben con la civilización. “Marte ataca” es un ejemplo más de la fantasía al servicio de este argumento racial. Este tipo de identificación por analogía se ve también en un juez alemán Walther Buch que en un artículo de 1958 escribía “el judío no es un ser humano. Es una apariencia de putrefacción. Asi como el hongo no puede penetrar en la madera hasta que está podrida, así el judío pudo introducirse furtivamente en el pueblo alemán y traer el desatre solo después que la nación alemana, debilitada por la pérdida de sangre de la Guerra de los Treinta años, empezó a pudrirse desde adentro”.

Al mismo momento que se apoya en el Marx que escribió un artículo crítico acerca del judaismo, encuentra en él a su mayor enemigo, en el sentido que aceptar la hipótesis de la igualdad de razas significaría proclamar la igualdad de los pueblos (no de las clases) y de los individuos. Hitler requiere animalizar a los judíos, colocarlos como una especie aparte (así como a los gitanos o a los homosexuales o a los locos) para comportarse como un soberano, el cual decide cual vida debe de ser digna de ser vivida. [2]

El conde de Buffon, en su Historia natural general y particular afirmaba que “de no existir la circunstancia de que negros y blancos pueden tener hijos entre sí, se podría hablar de dos especies distintas: el negro sería respecto al hombre como el asno respecto del caballo; o mejor dicho, si el blanco es el hombre, el negro no sería un hombre, sino un animal como los monos”. Este ejemplo que proviene de otra lengua se empalma con un Hitler de manera siniestra. La estela de la Ilustración están abriendóle paso al nazismo. Hay que oponerse a cualquier tesis que diga que el nazismo es consecuencia de una tendencia propiamente alemana tendiente al irracionalismo. La verdad práctica a partir de la Ilustración deja de ser buscada en la religión o en la filosofía En algún sentido tanto Freud como Hitler son resultados del Iluminismo. Es el Freud que se apega a la fuerza de la razón, al ímpetu de la pulsión de muerte, a las instancias psíquicas, al empuje de la razón para conquistar territorios dominados por el Ello.

Uno de las consecuencias de esto es que al mismo tiempo, por el ejemplo del inverso, hoy cada vez que se intenta explicar algo relacionado a Hitler o a otros que han acompañado pretensiones similares (los militares en la Argentina en los 70 por ejemplo) se termina mal o bien deshumanizándolos, o conviertiéndolos en sujetos separados del común humano. Las animaladas, las perversiones, la separación que se realiza de ellos del resto de los civiles, en cárceles especiales por ejemplo, deriva de esta política de lo binario.

Si nos colocamos bajo la lectura de alguno de los escritos y literatura de ex detenidos en los campos de exterminio de los Nazis, frecuentemente encontraremos datos que se acomodan a esta lógica, del binario humano-animal. Primo Levi en “Los hundidos y los salvados” nos dice que el caso de incomunicabilidad mas radical ocurría entre los prisioneros que no sabían hablar ni alemán ni polaco ni Yiddish. Estos, los italianos por ejemplo los colocaba al borde mismo de lo soportable. El que no entendía las órdenes de los Kapos, quedaba expuesto al golpe del látigo, aquel que llamaban Dolmetscher, es decir, el “intérprete”. “No eramos ya hombres; con nosotros, como con las mulas o las vacas, no existía una diferencia entre el grito y el puñetazo.[...] no es necesario llegar a un entendimiento ni dar explicaciones detalladas; es suficiente un diccionario formado por una docena de signos distintos pero unívocos.” En Auschwitz, “comer” se decía “fressen” que en buen alemán se aplica sólo a animales. De allí que se produciera inmediatamente un “Lagerjargon”, un caso de una lengua fabricada para la supervivencia... como cualquiera. Mezcla de polaco, Yddish, húngaro.

Un judío francés de origen polaco se dirige a un húngaro con la frase:
Langsam, du blöder Einer, langsam, verstanden?
“Despacio, estúpido uno, despacio ¿entendido?” (traducción literal)
Langsam, du blöder Heini ... (fue la traducción al alemán donde Heini es diminituvo de Heinrich)
Levi luego confirma que no sonaba bien la traducción tomando como referencia un libro acerca del Yddish ya que en esta lengua se caracteriza la forma Khamoyer du eyner! “Animal, tú uno!”.

La cruzada para eliminar de manera aséptica y desapasionada, como cualquier bacilo, lo pone directamente al servicio de la ciencia. Se trata en ocasiones de realizar tareas higiénicas, ligadas al despiojamiento por ejemplo. Así Otto Weininger, en su best seller Sexo y carácter (1903) misógino y judío antisemita declarado, conocido de Freud y de Fliess decía que el verdadero judío, como la hembra, carece de yo”. Incluso Charcot había atribuido en 1889 a los judíos una predisposición “neuropática” al nomadismo, el judío errante. ¿Podremos hoy escuchar lo que tenía un Albert Speer que decir cuando apuntaba desde la cárcel que Hitler sólo odiaba lo que admiraba? ¿Podremos así leer, de otra manera , el informe que dieron cuatro ex detenidas en la ESMA “Ese infierno” cuando relatan la manera en la cual alguna de ellas eran admiradas por sus captores, como ideales de mujeres valientes en comparación con sus propias esposas?

Basta con leer detenidamente el último libro de Victor Farías acerca de la tesis doctoral de Salvador Allende en la cual hace un tratado de prevención y política de higiene contra los judíos, los homosexuales y otros “degenerados”. Proponiendo acciones por parte del Estado de eugenesia, la eutanasia y el exterminio. El brutal y el extremo naturalismo que está en la base del racismo también se encuentra en un fundamento principal del marxismo que entiende la dialéctica de la historia como resultante de la dialéctica de la naturaleza lo cual permite promover y justificar los hospitales psiquiátricos y el Gulag en la ex Unión Soviética. Allende es un ejemplo de cómo apoyándose en el naturalismo intenta dar cuenta de la delincuencia, el loco como una “monstruo biológico” y donde dar muerte a este monstruo, a la manera de los clásicos romanos, no constituía un homicidio.[3]

Desde el campo de la literatura, la tensión entre el rango del animal y el de la especie humana tomó otro cariz. Digamos de una manera un tanto simple pero no excenta de versomilitud, que en la literatura y en la llamada literatura psicoanalítica está presente desde dos ángulos distintos, la naturalización de lo humano. Franz Kafka es uno de sus mejores exponentes. Es que el animal le aportó a Kafka un elemento esencial; el movimiento, encontrar una salida, las líneas de fuga, la supervivencia. Una salida de una situación y no la libertad; una línea de fuga y no un ataque. Deleuze y Guattari se aplicaron de lleno a este tipo de lectura y con un considerable éxito. En la literatura de Kafka se encuentra algo así como un devenir animal que no es nada metafórico. Tampoco una alegoría sino un recorrido en el territorio de la familia y desterritorializándose. Devenir hombre del animal- devenir animal del hombre. La metamorfosis. Gregorio Samsa entregado a su devenir animal, reedipizado por la familia y conducido a la muerte. No se trata de “hacer” el insecto ni de mímesis ni se trata de hacer el amor con el animal. Es mas bien eso que se vislumbra en Moby Dick. Lo que sucede es que el capitán Ahab traiciona la ley de los balleneros que consiste en perseguir a cualquier ballena sana sin elegir. Y él escoge persiguiendo un tipo de identificación con Moby Dick, lanzándose a capturar poniendo en opeligro a los otros, elejido por la ballena, como pecado prometeico. El se vuelve en un cierto momento Moby Dick, en una frontera que se abre, como esa “muralla muy próxima”. Kafka por su parte hace no solo en La metamorfosis sino también en el Proceso ( el señor K. “ muere como un perro” asesinado por los agentes del Estado), y en otros cuentos, escribe desde ese lugar, el del animal, logrando de manera novedosa un efecto de subjetivación. Y sobre todo, en Kafka nos tropezamos con un escritor que impregnado del clima de la época, profetiza, se adelanta a los acontecimientos y construye una literatura que prepara el camino para actos venideros.

Piglia, siguiendo en parte a Steiner escribe en “Respiración artificial”: “La palabra Ungefiezer, dijo Tardewski, con que los nazis designarían a los detenidos en los campos de exterminio, es la misma palabra que usa Kafka para designar eso en que se ha convertido Samsa una mañana al despertar”.(204) Un mundo convertido en una colonia penitenciaria, la persecución y muerte del Sr K. en el Proceso, novela que remite al estado autoritario, en donde el aburrimiento burocrático de los sin rostro termina acabando con el ciudadano a la manera de un perro. Kafka hace en la ficción lo que Hitler realizó. Ungefeizer quiere decir bicho, sabandija, plaga. Steiner encuentra que hay algo propio de la lengua alemana la cual permitió articular su “salvajismo” y que esto llevó al alemán a un estado de inexistencia.(¿¿) Hitler como maestro del lenguaje.

Por otro lado, no es algo propio de la lengua por sí sino además las condiciones de la ciencia alemana , la corriente propia de un imperio lo que produjo además de una creciente naturalización de la especie humana, un Freud que emergió proponiendo a la luz del Iluminismo, un respeto y rescate de los desperdicios del habla, los lapsus, los chiste, los sueños donde allí se lee algo del deseo humano a la intemperie.[4] No por nada Hitler persiguió al freudismo. La subjetividad pone en peligro las ambiciones de la puesta en continuidad del animal y el humano. Es desde este ángulo que Lacan introduce su cuña del estadío del espejo.

Lacan y la cuadratura del círculo

Lacan en “Mas allá del principio de la realidad” texto de 1936, es decir , previo al primer informe acerca del estadío del espejo (1936), ya señalaba un rasgo de la ciencia que dominó durante mucho tiempo: el antropomorfismo. La física por ejemplo no deja de traslucir la estructura de la inteligencia que la ha construido. Habría en ella por ejemplo huellas de una cierta homología con los ejes asignados al conocimiento humano. El concepto de fuerza , para Lacan aparece como un antroporfismo psicológico, es decir la proyección de la intención humana, en donde el conocimiento se empalma y desconoce lo particularmente real del objeto de la ciencia. “El hombre mantiene con la naturaleza relaciones que se ven, por una parte , especificadas por las propiedades de un pensamiento identificatorio, así, como, por la otra, por el uso de instrumentos o herramientas artificiales”. (33) [5]El punto que quiere señalar Lacan es el de separar, oponer, las relaciones mediadas por el lenguaje o las instituciones sociales que explican la capacidad del hombre de explotar al semejante, o reconocerse en él, a quien está ligado por un lazo psíquico que perpetúa la miseria vital de los primeros años del niño, de las relaciones de connaturalidad. Es decir, aquellas formas en las cuales el animal tiene relaciones inmediatas, adaptadas y homólogas con el medio ambiente. Es de esta manera que se abre un hiato, un espacio en la relación aparentemente armoniosa del hombre con el medio. La subversión de la que se trata sería justamente la hominización del planeta, es decir, la producción de una naturaleza que se define en el hombre por su relación con el hombre. Será por esta vía que se abre la puerta para la noción de imago y de la identificación, muy diferente de cualquier proceso de imitación. Ya no se trata de una asimilación global de una estructura sino de algo parcial, virtual, algo así como las condiciones imaginarias de la apropiación de una imagen del cuerpo a costa de desconocer al cuerpo mismo.

Este parámetro se vió confirmado en el artículo de “La familia” (1938), en su parte preliminar a propósito de la estructura cultural de la familia. Aquí queda dicho en negro sobre blanco algo que Lacan nunca se desdecirá, y es que el hombre es un animal de nacimiento prematuro. Esta vendría a ser una deficiencia biológica positiva, que según las tesis de Bolk de 1926, lo colocan al hombre en un estado de excepción con respecto a los animales. La duración del período de dependencia del niño con los adultos se prolonga mucho mas tiempo que en ninguna especie. ¿Es el hombre una especie más? Aquí está el nudo de la cuestión. Intentaremos desarrollar esta pregunta a partir de los textos de Lacan.

La neotenia corresponde a una prematuración específica, a la transformación de ciertas características normalmente transitorias de la juventud, en caracterísitcas adquiridas y transmisibles.(26 Dufour) Esa referencia aparecerá directamente nombrada en “A propósito de la causalidad psíquica”. (1946) Para Lacan el carácter inacabado del organismo se encuentra con una prueba decisiva, de naturaleza psíquica y que toma de alguna manera de la tesis neodarwiniana de Wallon acerca del estadío del espejo. Será a través de esta experiencia con la madre que se humanizará el cuerpo biológico y al mismo tiempo se perderá algo de lo biológico a través de lo que llamará la serie de los complejos. Al contraponer el complejo al instinto, le da al fundamento biológico el lugar de base del grupo social. “Mientras el instinto tiene un soporte orgánico que sólo es la regulación de éste en la función vital, el complejo sólo eventualmente tiene una relación orgánica, cuando reemplaza una insuficiencia vital a través de la regulación de una función social.”(40) Y acá se constata un hecho al menos curioso. Así como vemos que Lacan nunca abandonó la idea de la participación de la dimensión social ligada a la percepción del otro, será en razón de ello que al menos hasta los años 60 se apoyará constantemente en trabajos de zoólogos. Es decir que la vida animal en todas sus aspectos era fuente permanente de cierta demostración de lo especificamente humano. Lacan se apoyaba en un registro que llamó Imaginario para hacer dialogar a ambos espacios vitales; el humano y el animal. Si en los textos ligados al año 38 este eje es el que dará explicación a muchos de los rasgos de la humanización del hombre, veremos que a partir de 1948 será la dimensión simbólica la que tomará el relevo en lo predominantemente humano. Posiblemente la lectura de los trabajos de Levi Strauss hicieron lo suyo en este aspecto.

Inmediatamente después de la guerra, en 1945 Lacan escribe “Acerca de la causalidad psíquica” y hacia el final del mismo necesita evocar la manera en la cual en 1936 concebía la génesis psicológica del hombre. Se trata de la premanencia conformadora de la imagen del ser humano. Para ello esta vez apela a las investigaciones de Lhermitte cuyo libro publicado en 1939 ..... reunía los hallazgos a propósito de la autonomía de la imagen del cuerpo propio en el psiquismo. Señalemos que ya desde este momento se despega la imagen del cuerpo, es decir, que no se trata de la apropiación de un cuerpo sino de una imagen lo que sucederá en el estadío del espejo. Este esfecto lo encuentra Lhermitte en torno a una serie de fenómenos subjetivos, desde la ilusión de los miembros amputados hasta las alucinaciones del doble, su aparación onírica y las objetivaciones delirantes asociadas. Además es tributario de esto una sección de la teoría de la Gestalt, donde la “forma” es capaz de producir efectos normativos en el organismo. La fetalización de Bolk debido al atraso en la mielinización neuronal es un hecho que da lugar a la maduración visual y hace lugar a lo que llamará el “nudo imaginario” que tiene el nombre de narcisismo. Es dentro de este clima que se ubica la estructura fundamental de la locura, en la discordancia primordial entre el yo y el ser ligado al yo alienado. “Las primeras elecciones identificatorias del niño, elecciones “inocentes”, no determinan otra cosa, en efecto – dejando aparte las patéticas “fijaciones” de la neurosis – que la locura, gracias a la cual el hombre se cree hombre.”(109)

La identificación finalmente es el fundamento de la causalidad psíquica misma; es un fenómeno irreductible y cumple cierta propiedad de resolutiva bajo la forma de un complejo espacio temporal imaginario. Se produce una metamorfosis de las relaciones entre el individuo y su semejante. Frente a la posibilidad de cualquier refutación que se le pudiera hacer a esta petición de principios es que Lacan resuelve buscar sus hechos en el mundo animal. Ni espíritu ni ser es acá utilizado por Lacan para defender su posición. Va a ir al encuentro de los animales que cuyo Umwelt conlleva, “ya que no la sociedad, por lo menos la agregación de sus semejantes, que presentan en sus caracteres específicos ese rasgo designado con el nombre de gregarismo.”(111)[6] Lacan comentará extensamente los experimentos de Harrison con las ovulaciones de las palomas a partir de la visión de otra paloma sin que sea necesario que sea un macho; o incluso la ovulación frente a una imagen en espejo. Los hechos relatados por Chauvin a propósito de las variedades de grillos peregrinos o gregarios, langostas que modifican su estructura biológica de cabo a rabo a partir de la experiencia del encuentro en cierto momento con la imagen de otra especie.

En ese mismo año, sale publicado “El estadío del espejo como formador de la fiunción del Je tal como se nos revela en la experiencia analítica” donde ampliando de manera espectacular lo anteriormente dicho, se aplica a promover la importancia, dentro de una gama de otros conceptos, de la imago en la penumbra de la eficacia simbólica y la imagen especular como el “umbral del mundo visible”. “La función del estadío del espejo se nos revela entonces como un caso particular de la función de la imago, que es establecer una relación del organismo con su realidad; o como se ha dicho, del Innenwelt con el Umwelt.” Y mas adelante volverá con este par de términos extraído de von Uxkhüll cuando diga que el estadío es un drama cuyo empuje interno se precipita de la insuficiencia a la anticipación. “Así la ruptura del círculo del Innenwelt al Umwelt engendra la cuadratura del círculo inagotable de las reaseveraciones del yo.”(15)

Finalmente , para hacer un mapa de este período, será en “Algunas reflexiones sobre el Yo” de 1953, escrito en inglés para la International Journal... que se referirá a una formulación linguística del sujeto que no tiene nada que ver con las formas vitales de contacto con la realidad, esas interacciones con el medio que estarían determinadas por cada uno de los orificios del cuerpo. La pregunta que hace Lacan es esta: ¿Qué relación mantiene el “sujeto libidinal” – cuyas relaciones con la realidad aparecen bajo forma de una oposición entre el Innenwelt y el Umwelt con el yo? Será a partir de la estructura del lenguaje, en la función supraindividual del mismo que le permite, a través de la comunicación verbal como instrumento privilegiado del psicoanálisis, distinguir la presencia en la realidad de productos actualizados por el lenguaje.

Es sobre este renglón, el de la ruptura del círculo, o cuadratura del círculo en la relación del sujeto con el medio, que abriremos el expediente sobre el cual Lacan se informó ampliamente, o sea de lo que algunos biólogos alemanes, en especial uno, aludió y tematizó como mundo interno y mundo externo. Luego volveremos a las transformaciones que esa relación sufrió a partir de ciertas condiciones de lectura y de operación a partir de algunos objetos topológicos con el fin de preguntarnos cómo es que en la clínica se hace presente el mundo animal a partir de ciertas mutaciones en el campo de la ciencia en el mundo moderno.

El Innwelt y el Umwelt


¿De qué manera y a partir de qué criterio la historia de la medicina ha hecho pasar la separación entre la vida y la muerte? ¿ Entre lo humano y lo animal? Foucault ha puesto de manifiesto que el Estado moderno, a partir del siglo XVII empieza a incluir dentro de la esfera de la política, el cuidado de la vida de sus ciudadanos, tendiendo progresivamente a generalizar y redefinir el concepto de vida vegetativa. Hoy por hoy, este debate se da cada vez que un cuerpo viviente una vez que se determina que ha sufrido una muerte cerebral, se decide que puede ser entregado a lo que se conoce en el mundo de la mecánica, “ir al deshuesadero o al desarmadero de autos”. Ciertos criterios acerca de lo que se entiende como vida desnuda de sujeto se requiere para realizar ese acto. Buscar órganos en buen estado de funcionamiento con el fin de usarlos para transplantes es un ejemplo de cómo el cuerpo humano ha pasado a ser considerado como una máquina deseante. Y si ese costado subjetivo se dictamina como neutralizado o desaparecido, el cuerpo pasa a ser una fuente de repuestos orgánicos. Se ha desplazado dentro del cuerpo del humano cierta frontera que ha estado presente entre la vida vegetal y la animal o animal y humana. Es una frontera móvil que pone en contacto y al mismo tiempo separa. El animal y el hombre cada vez se encuentran mas cercanos, así como la máquina del humano. No llamará entonces la atención que Lacan en su escrito acerca del Yo antes citado concluya diciendo cosas al estilo de que parece estar surgiendo un homo psicologicus producto de nuestra era industrial. El hombre y el automovil están en una relación de intimidad nunca vista. El diálogo psicoanalítico, con lo que ello quería decir Lacan en 1953, aparece como aquello que permitiría reestablecer una relación humana siempre determinada por los impases del yo. Digamos que esos impases , hoy por hoy, deben de ser bien recibidos. Al menos allí se puede jugar cierta resistencia.

Cuerpo y alma, viviente y logos, animal y lo sobrenatural o lo divino, parece que ese par que estaban en oposición, el hombre se presenta mas bien como lo que resulta de una desconexión de los términos. Estudiar esa separación y esa moderno colapso de tal oposición, donde el hombre ya no está tan claramente separado del no-hombre sino que tiende a la animalización natural, es de mayor importancia. Es decir, que la diferencia entre animal y humano, tan decisiva para la cultura está amenazada de desaparecer. Girogio Agamben lo plantea de esta manera. [7]

“Cuado la diferencia se anula y los dos términos entran en una relación de vaciamiento recíproco – como parece suceder hoy – también desaparece la diferencia entre el ser y la nada, lo lícito y lo ilícito, lo divino y lo demoníaco y en su lugar aparece algo para lo que ni siquiera parecemos disponer de nombres. Quizás también los campos de concentración y de exterminio son un experimento de este género, un intento extermo y monstruoso de decidir entre lo humano y lo inhumano que ha terminado por arrastrar en su ruina la propia posibilidad de la distinción.”

Conviene seguir algunos de sus pasos para hacerle lugar a la incidencia en la clínica que este borramiento induce. A partir de una producción histórica de consideraciones acerca de lo que distingue al hombre del animal es el lenguaje, este lenguaje no puede ser asignado de entrada ni al hombre ni al animal en su naturaleza. Hombre-animal y animal-hombre son dos partes que no pueden ser colmadas entre sí. El problema se centra en tratar de rastrear el origen del lenguaje en el hombre, ese estado que lo habría humanizado. Es la invención teórica de la “máquina antropológica” la que, excluyendo de sí como no humano un ya humano, animalizándo lo humano, aislando lo no humano en el hombre. El judío es un caso que entra en este argumento ya que es algo del órden del no hombre producto del hombre y en otro extremo el ultracomatoso, es decir el animal aislado en el propio cuerpo humano. [8] En la antigüedad, según Agamben, este extremo se planteaba de manera simétrica pero al revés. El esclavo, el bárbaro, el extranjero aparecíano como figuras de un animal con forma humana. Para Agamben, se trata de comprender el funcionamiento de tal máquina que constituye un espacio intermedio entre el hablante y el viviente, de excepción, una zona perfectamente vacía y lo que apunta es obtener ni vida animal ni vida humana sino una vida separada y excluida de sí misma, una nuda vida. Esta manera de tematizar el funcionamiento, en el contexto de los seminarios de Lacan podría encontrar un cierto eco a propósito del estatuto y lugar del objeto a, es decir, aquello que separa a la vida de la muerte, al sujeto del Otro, pero que en el marco del análisis toca de lleno a la subjetividad en lugar de una no-subjetividad. Habría que distinguir entre esto (no-subjetivo) de la destitución subjetiva que Lacan en cierto momento colocó en el horizonte de un análisis.

El barón Jacob von Uexküll, uno de los mas importantes zoologos del siglo XX y uno de los fundadores de la ecología es quien aportó más y mejor a los estudios del ambiente animal, en una época en la cual las investigaciones de la física cuántica y las vanguardias artísticas estaba activa. Von Uexkhüll acompañó esta corriente que abandonaba todo perspectiva antropocéntrica unitaria de la vida. Uexküll muestra que no existe un mundo unitario de la misma forma que no existen un tiempo y un espacio iguales para todos los vivientes. Primeramente comenzó a distinguir la Umgebung, el espacio objetivo en el que se mueve el ser vivo de la Umwelt, el mundo ambiente que está mas o menos constituido por una serie de elementos a la que llama “portadores de significado” o de “marcas”, que son los únicos que interesan a los animales. Agamben dice que para Uexküll , no existe un bosque en cuanto ambiente objetivamente determinado: existe un bosque-para-el-guardaforestal, un bosque-para-el-cazador, un bosque-para- la –enamorada, otro para el leñador y otro para la Caperucita Roja. Se trata de determinar cuales son estas marcas que determinan el ambiente, las cuales están para cada caso organizadas según una estricta unidad musical (sic), donde órganos para percibir marcas y reacción ante ella formarán un acorde mínimo.

El ejemplo es el de la araña que teje una red. Esta no sabe nada de la mosca sin embargo determina su red de acuerdo a las dimensiones de una mosca. Los hilos de la tela están construídos de acuerdo a la manera que la mosca mira. La mosca vuela y no ve la tela ya que la tela se acomoda de alguna manera a un punto ciego de la visión de la mosca. Los dos mundos perceptivos, de la araña y de la mosca, no se comunican entre sí aunque coinciden en sus respectivas cegueras. Es desde este razonamiento que Uexküll llega a formular un principio fundamental: “ningún animal puede entrar en relación con un objeto como tal” sino solamente con los portadores de significado. [9]

El siguiente caso extraído de Von Uexkhüll es altamente llamativo. La garrapata, ese insecto común en nuestros pasos y praderas, que se prenden a los vacunos y a los perros y succionan la sangre aportó una experiencia a Uexkhüll de envergadura. El insecto carece de ojos y solo puede cazar a su presa mediante la sensibilidad de su piel a la luz y a la temperatura y el olfato. Tampoco distingue por el gusto que es sangre y qué no. Es solo la temperatura de los mamíferos y sus líquidos lo que absorbe. Su banquete resulta un banquete fúnebre ya que una vez alimentados sus huevos, se deja caer y muere. Su Umwelt está determinados por un cierto número de factores fijos y está ella unida en su Innenwelt a través de una relación. Es más, ella es la relación misma y nada más.

Esta posición en el campo de la ciencia fue de alguna manera tomada por Heidegger en su triple tesis : “la piedra es sin mundo [weltos], el animal es pobre de mundo [ weltarm ], el hombre es formador de mundo [weltbilden] . Citemos un párrafo de Heidegger:

“El comportamiento como forma de ser sólo es posible en general en virtud del estar atrapado en sí mismo del animal. [...] El aturdimiento es la condición de posibilidad gracias a la cual el animal, por su propia esencia, se comporta en un medio ambiente, pero nunca en un mundo”. (69) El punto para Heidegger es que el animal se diferencia del humano por el hecho de que el primero está abierto pero no es abrible, en tanto que no es accesible. Es una apertura sin develamiento, sin aquel misterio que diremos nosotros, hace de la relación del hombre con el hombre algo a develar. No tiene un mundo, sino para Heidegger está atrapado en el círculo del mundo interior mundo exterior, en un círculo que desinhibe. El polo opuesto del aturdimiento es la experiencia mística, la unión mística, la polilla que se deja quemar por la llama que la atrae y que le resulta totalmente desconocida hasta último momento.[10]

El riesgo siempre abierto en los últimos tiempos es justamente el de la humanización integral del animal que coincide con una animalización integral del hombre. Esto está en estricto paralelo con la despolitización de las sociedades humanas.

Este círculo del Innwelt y el Umwelt es aquel sobre el cual Lacan llamó la atención introduciendo a partir de la experiencia del análisis del estadío del espejo. De lo que se trató en ese momento por parte de Lacan fue introducir con la función de la imago, un caso particular, desde el cual se constituye una imagen corporal y el lugar donde el yo social se irá a acomodar. Como segundo resultado, este quiebre, esta hiancia entre el Innenwelt y el Umwelt, esta hiato que configura la experiencia de la imago en el umbral del mundo visible, es la mismo tiempo una relación que se construye a partir del apoyo animal. Nunca es una superación ni un sometimiento. La Discordia fetal, la neotenia, la prematuración hace lugar a la la temporalidad anticipatoria que resulta de una identificación espacial. Así se entiende ese recurso que es la aplicación de la “cuadratura inagotable” , remitiendo directamente a la imposibilidad de realizar la cuadratura del círculo, donde siempre hay un margen un espacio de no identidad. Es en ese espacio que se proliferan las reaseveraciones del yo.


LA NUEVA CONSIDERACIÓN ACERCA DE LA IDENTIFICACIÓN. La era de los presentimientos y los objetos topológicos.

Durante el seminario de la Identificación, a posteriori de haber planteado cuestiones mas que importantes referentes a la existencia del rasgo unario, el estatuto del nombre propio, la conjetura acerca del origen de la escritura, Lacan realizó un verdadero corte e inauguró la “era de los presentimientos”. Había llegado a un punto de su exposición que se veía impelido a mostrar y demostrar de una manera mas apegada a la experiencia, acerca de un problema. El sujeto. Si de entrada el sujeto encuentra una cierta indicación de existencia será como un trazo negativo, un (-1), excluido de cierto lugar, es decir del campo del Otro. Y para esta operación no tuvo otra opción que aplicarse a recordar acerca de la manera que ya en el Discurso de Roma de 1953, él había hablado de la estructura del sujeto a la manera de un anillo. Con ese señalamiento temprano hacía vacilar la temprana referencia acerca de de la virtud mística o geómetra de la esfera, ese “objeto obtuso” que era muy favorable a cualquier consideración acerca del universo biológico gobernado por dos campos: Innenwelt y Umwelt.

“Decir que este sentido mortal revela en la palabra un centro exterior al lenguaje. Esa estructura es diferente de la espacialización de la circunsferencia o de la esfera en la que algunos se complacen en esquematizar los límites de lo vivo y de su medio: responde más bien a ese grupo relacional que la lógica simbólica designa topologicamente como un anillo”.[11]

La esfera es cosmológica. Pero en esta sesión del 9 de marzo de 1962, poniendo en cuestión a la figura tan cara a Platón, va a reintroducir a la figura del toro, no sin antes hacer un comentario acerca de Von Uexkhüll. (¡) El organismo según él, dice Lacan, acarrea la metáfora del adentro y del afuera que son solidarias de la esfera. ¿Es satisfactorio este procedimiento, esta correspondencia del Innen con el Um? ¿Cómo salir y de qué manera hacerlo, de este nivel de la biología si se trata en nuestro caso del análisis y del sujeto? Lacan dirige su argumentación hacia algun tipo de objeción que los estadios embrionales del ser humano tienen que hacerle a la esfera: lo que se conoce como los pasajes de la blástula a la gástrulo en los primeras semanas del feto, cuando se producen ciertas torsiones y agujereamientos en la esfera embrionaria y se constituyen las primeras diferenciaciones de tejidos. Con la figura del toro, Lacan va a comenzar a proponer un soporte de la relación del sujeto a la demanda y al deseo que es por estructura ligada a ese –1 que hablábamos al principio. ¿Cómo distribuir entonces el adentro y el afuera en los dominios impuestos por la figura del toro? La clave de indicio está en señalar que con el toro, el espacio interior y el exterior son los mismos, si tomamos la relación del sujeto al Otro como dos toros enlazados. “El sujeto a partir de allí construye su espacio interior sobre el modelo de irreductibilidad del espacio interior”. (14 de marzo de 1962)

El sujeto no está envuelto, como se lo creía, en el Todo mas que a nivel del menos del sujeto que habla. El Umwelt no envuelve al Innenwelt. Hacen falta dos agujero sobre la esfera para que se construya un toro en donde el Otro es incapaz de responder a la demanda o cual es correlativo al objeto del deseo.

Dos semanas después dejará sentado que la ambigüedad escencial del sujeto, está ligado a la experiencia misma. Lacan utiliza aquí la palabra “l’engagement” (compromiso, empeño, asociado a entrar en combate, o a colocar dinero, e incluso a cerrar la puerta de salida...) que implica la imagen de galería, corredor, con una entrada y una salida y es cuando se cierra la salida que se trata de ese tipo de compromiso. Porque en francés también se lee en esa palabra al lenguage, “l’engagement”, un “lenguajemente” que está incluido en ese compromiso. El hombre así es un animal de madriguera, un animal de toro recordando el cuanto de Kafka, “La construcción” , acerca de la construcción de un tejón de su madriguera siempre y cuando tengamos presente que en el humano se trata de dos toros y no uno como en el tejón. El tejón no es precisamente un animal social. Este preámbulo le permite a Lacan hacia el fin del seminario introducir el cross cap o plano proyectivo, el resulta de pegar una banda de moebius con una semiesfera, lo cual produce un objeto mixto: es no orientable/orientable. El afuera y el adentro están en continuidad en una parte del objeto y en otra no. Y otras propiedades que le conciernen a propósito de los resultados del corte mediano, etc,etc.

Por último es pertinente detenerse un instante en la sesión del 6 de junio del mismo año ya que allí se hace presente nuevamente una región de vecindad y no de identidad entre el psicoanálisis y ciertos desarrollos del campo filosófico y etnológico que apuntan a precisar mejor la organización subjetiva ligada a la estructura del deseo. Es una vecindad topológica y no métrica o de contenidos. Acababa de aparecer en Francia la traducción de “Ser y tiempo” de Heidegger y además estaba ya en las librerías el libro de Levi Strauss “El pensamiento salvaje”. Lacan lector de Heidegger es un terreno por demás resbaladizo. Lacan lo recomienda de leer en tanto subraya su sorprendente claridad y accesibilidad siempre y cuando no se esté intoxicado por la enseñanza filosófica. Lacan no es un neoheideggeriano sino un lector de Heidegger. Extrae de él lo que le conviene, lo que le sirve a la mano, como un utensilio. No es una adhesión al cuerpo filosófico sino solamente a su carácter instrumental. Lo mismo corresponde a Levi Strauss. El estado salvaje del pensamiento no es el pensamiento de los salvajes. El pensamiento funciona muy bien en los salvajes y es más, es el apoyo del pensamiento científico. El pensamiento que aún no es científicos porta ciertas consecuencias , efectos que serían científicos. Es el detalle del bricolage tal como lo señala Levi Strauss. Este término o tiene traducción al castellano. El bricoleur es el que obra sin plan previo y apartado sus medios procedimientos de los usos tecnológicos normales. No opera con materia prima sino con restos, sobras , fragmentos de obras. En un sentido antiguo, bricoler se aplicaba al juego de pelota o billar, a la caza y a la equitación para evocar un “movimiento incidente”: el de la pelota que rebota, el perro que divaga. Y actualmente se aplica a aquel que trabaja con sus manos. Su regla de juego es siempre areglárselas con “lo que uno tenga”, un conjunto de materiales heteróclitos y la composición de conjunto no está en relación con el proyecto del momento sino por el resultado contingente.[12] “De algo irán a servir” es el principio. Para Levi Strauss esta es una buena manera de entrar a estudiar cómo están construido los mitos.

Lacan encuentra una cercanía entre esto y el modo en el cual Heidegger , en la relación del ser ahí es a partir de un estando que se define como ustensile, algo que se acomoda a la mano Vorhanden. Es el primer tipo de lazo , no a un mundo sino al siendo y esto lo lleva a la relación del ser con el tiempo, el Wellichkeit , traducido al francés en “la mondanéité”. La mundanidad. El mundo es otra cosa que el conjunto de los seres existentes, subsitentes por ellos mismos, lo que podría llamarse naturaleza. La anterioridad de la constitución de la mundanidad, es un intervalo que Heidegger preserva. Esta relación de utensilidad prefigurando el Umwelt. Aquí estaría el lugar de apoyo de la especificidad del objeto en el campo de la experiencia del análisis. El objeto del deseo, que no es simplemente una extensión del objeto de la ciencia o de la relación filosófica del sujeto-objeto. Se trata de un objeto que soporta a lo que llamamos “la fantasía fundamental” y será sobre el cross cap y su corte que Lacan propone poner a prueba semejante aseveración. Es el orden de la palabra la cual hace corte en el cuerpo y configura el espacio de relación entre el sujeto y su objeto.

Digamos esto de otra manera. Es por el efecto y uso de la palabra, un poco a la manera del bricoleur, del artesano, que se sostiene el análisis a partir de la transferencia. Es decir, que solamente se cuenta con eso, con retazos de lengua, y es con ellas que algo se puede realizar siempre y cuando se opere sin proyecto previo. De eso se trata aquello que llamamos juego del significante, o sea aquello que desliza hacia el sentido. Lo importante es definir un poco más esa manera de deslizamiento. No se trata de un patinar sobre la nieve, o el deslizamiento por una pendiente, sino mas bien lo que se conoce como derrapar. Es lo que hace del hombre una especie humana, en el sentido que derrapa con el lenguaje. No anda derecho ni toma las curvas sobre un riel. Al animal le ha caido como del cielo el lenguaje y lo ha marcado. No interesa ni cuando ni cómo. Es así. Y tampoco es que el lenguaje forma parte de su mundo, sino que es el lenguaje el que sostiene al mundo. Es por eso que Lacan no podría sostener ninguna concepción del mundo Weltanschauung, ya que el mundo está armado con el lenguaje. Es el ser el que se determina por el parloteo y es allí que el término de “ser” no tiene ninguna existencia por fuera del lenguaje. No se trata de referirnos a seres parlantes. Esto le haría objeción al neologismo de parlêtre ya que es mas bien un pleonasmo. No hay un significante en el cual la significacióin ya esté asegurada. “Deparage” quiere decir “descomposición” y “derapage” es “derrape”. Y esto se contrapone a cualquier modo de acercar al psicoanálisis al discurso científico ya que este último es finalista.

El hombre es un animal un poco extraño ya que en el reino animal no hay lugar para el amo, el maestro. Al no haber lenguaje (aunque sí comunicación), no hay lugar para el amo. El amo si algo lo particulariza es que no se da por la fuerza y está por ello en el mismo orden que el lenguaje; si existe, hay obediencia. Para obedecer hace falta que quien obedezca disponga de algún saber, de allí la lógica del esclavo. De allí que el discurso llamado capitalista toma el lugar. En la naturaleza no hay S1 ni S2 formulados como tal. Hay respuestas mas o menos reguladas por un patrón hereditario. Los pingüinos nos lo enseñan por ejemplo. Pero no hay aparentemente tracción a partir del saber. El pingüino no es un esclavo; si lo fuera... podría cambiar de amo.

Por último es desde esta perspectiva que el recurso a la topología de los nudos hace su aparición. El nudo borromeo es una forma de plantear que no habría nada fuera de él. El borromeo de tres consistencias puede tener un aspecto de mundo pero no es idéntico al mundo concéntrico copernicano. La relación entre los tres y cuatro consistencias dan solamente lugar a relaciones no complementarias. No hay exterior ni interior del nudo. Eso se puede hacer con las manos. Y eso es lo que molesta a la economía y a la ciencia del psicoanálisis.


NOTAS extraidas del libro “Conversaciones sobre el poder” de Juan Carlos Marín, CBC ; UBA, 1995.

El cuerpo es mediación de un sistema de relaciones sociales.

Hay una anatomía política del cuerpo.

Dos momentos que no son excluyentes en la especie humana: el momento de la producción de las condiciones materiales de vida y el momento de la producción de las relaciones sociales.

Contra la teoría de la ciencia social más dominante que valorixa el proceso de individualización de la especie, Marx contrapone una visión en la cual el carácter positivo del capitalismo deriva de llevar todas las determinaciones , subordinaciones y dependencias sociales al grado mas alto; se produce así la crisis definitiva. Es en base a esta crisis que se llega al estadio real de la especie humana.

La noción de propiedad remite a un campo de realidad que ususlamente no percibimos; al campo de creación de las condiciones de exisatencia de la especie humana y cómo este campo está subordinado no a las necesidades de la especie sino al poder material de una parte de la especie sobre la otra. Es el punto de partida del poder. Ha habido una ruptura en el seno mismo de la especie humana, con la aparición de lo social, como algo que media entre los cuerpos y sus condiciones de existencia.

Los grupos humanos no se reconocen entre sí como parte de una misma especie y luchan entre sí por el territorio como lucharían contra otra especie animal. Hitler por ejemplo y la Liebesnraum; Israel,.... El territorio nunca es un territorio vacío: siempre encuentra en su seno algún objeto gozoso.

El proceso en que una parte de la especie humana usa como mediación de la transformación de la naturaleza a otros cuerpos es posterior. LO primero es la expropiación de la territorialidad. El uso del animal humano por sus semejantes como animal productivo es posterior. La domesticación del animal, la posterior domesticación del derrotado. Marx decía que la caza es la primera forma de la cooperación y la caza de hombres (la guerra) una de lasprimeras formas de caza. (T.1, Cap. XI) Es lo que permite la producción de un “plus” de productos. Lo único que tiene la capacidad de la creación de este plus son los cuerpos, es decir algo que trasciende las necesidades y/o la existencia de esos cuerpos. El plus está en el origen mismo; lo que cambia es la forma social en que se constituye.

La emergencia de la especie humana (el quiebre de la animalidad) hace referencia a la ruptura de la doble existencia. Para Konrad Lorenz, la respuesta a la pregunta: ¿quién es el eslabón perdido? , es “somos nosotros”.

A la conciencia de la especie se va llegando por distintos caminos. Campo de leyes que no son consecuencia de las propiedades de la naturaleza sino propiamente de la especie. Marx instaura el campod e las leyes sociales, separándose de los modelos en los cuales la explicación provenía de las leyes de la naturaleza. La especie humana es la mediación. Una lámpara no se entiende a partir solamente de sus componentes (cobre, estaño, energía,etc) sino de la mediaciónd e cada uno de esos elementos por el hombre social. Las relaciones de fuerza existente entre los cuerpos, es decir, las relaciones sociales.

Marx: El Capital: Cap. V. “Concebimos el trabajo... P. 216

No solo el azar produce un proceso de heterogeneidad y diferenciación entre los animales-hombres: no existe la homogeneidad sino la heterogeneidad. Lo dual es heterogeneo. La obra de Marx hace inteligible la producción de la especie humana, captando esa nueva relación que es la social y es el capitalismo quien permite por primera vez tomar conciencia de este proceso. Y el motor de este proceso es la lucha de clases.

El trabajo enajenado, al volver ajenos al hombre: 1º) la naturaleza, 2º) al hombre mismo, su propia función activa le vuelve ajeno el género. En la índole de la actividad estriba todo el carácter de una especie. El animal es inmediatamete idéntico a su actividad vital. No se distingue de ella. Mientras que en el hombre no hay una determinación con la cual él se identifique inmediatamente.

Es cierto que al animal produce; se construye su nido, moradas, pero produce solamente lo que necesita inmediatamente para sí o para su cría, unilateralmente. Mientras que el hombre también produce cuando está libre de una necesidad física y solo empieza a producir verdaderamente cuando está libre de ella. El animal forma solamente según la medida y la necesidad de la especie a la cual pertenece, mientras que el hombre sabe producir según la medida de todas las especies y sabe aplicar siempre la medida inherente, también de acuerdo con las leyes de la belleza. Cuando el trabajo alienado le arranca al hombre el objeto de su producción, le arranca su vida genérica, su verdadera objetividad genérica y convierte su ventaja sobre el animal en la desventaja. Una consecuencia inmediata del hecho que el hombre se ha vuelto ajeno al producto de su trabajo, al producto de su actividad vital es que el hombre se vuelve ajeno al hombre. Y si se opone a sí mismo, se le opone a otro hombre.





[1] Extracto del artículo de de Daiana Rosenfeld Extraído de www.artemisanoticias.com.ar 03/05/2006


[2] Dentro de las 74 páginas del informe acerca de las reformas en los textos de las escuelas públicas saudíes, se encuentra los siguiente: “Como se dice en Ibn Abbas: los monos son los judíos, el pueblo del Sabbath; mientras que los cerdos son los cristianos, los infieles de la comunión de Jesús”. [El País, 28 de mayo 2006]


[3] La biografía de Josef Mengele abunda en experimentos realizados sobre prisioneros tratados como cobayos de laboratorio. La justificación es que los delincuentes deben así servir para algo útil para el hombre. Es su manera de pagar su existencia siendo objeto de experimentos.
[4] De todos modos, ciertas nominaciones de los casos colocan por parte de la comunidad analítica su marca científica. “El hombre de los lobos”, “El caso del hombre de las ratas”. Esto no implica que no se deba estar atentos a cómo el niño hace uso de los animales en sus juegos y en sus fantasías y síntomas. Es otra cosa muy distinta. La fijación de la fantasía sobre un animal o un síntoma sobre otro animal son solo un tramo del análisis, nunca su terminación. Bloqueo a la subjetivación; detención al devenir.
[5] La noción de “fuerza” aparece en la literatura económica y política mientras que no está casi presente la “energía” o la “masa”. Hay algo en el concepto de “fuerza” que se transfiere desde el cuerpo o desde la imaginación, ya que los vectores, las trayectorias son de su cuño.
[6] La notable película “La marcha del Emperador” que filma los meses en los cuales los pinguinos Emperador marcha como una masa hacia zonas mas benignas de la Antártida para aparearse y luego el macho incuba el huevo mientras la hembra va en busca de alimento, presenta este rasgo de gregarismo visto desde los ojos y un argumento humano. Esto le da todo un sentido emotivo a costa de reducir al máximo el sin sentido de los patrones de conducta permanentes y estables de esa especie.
[7] Giogio Agamben; “Lo abierto. Lo animal y lo humano”.......
[8] El nombre de Musulmán viene a cubrir este estado del hombre enlos campos de exterminio, cuando ya estaba en un estado de desvitalización, una vida que ya no merece ser vivida.
[9] Este científico no escapó a la red del nazismo en cuanto que ayudo a construirla. Las relaciones de las poblaciones y del ambiente dieron lugar a hablar del Lebensraum “el espacio vital” de los pueblos, lo cual Hitler tomó para apoyerse con el fin de expandir las fronteras de Alemania hacia el Este. La ecología (Haeckel) contribuyó notablemente en argumentar las razones necesarias para dar una solución final a un problema ambiental (la existencia de los judíos, los gitanos, los homosexuales, los locos).
[10] Lo que se conoce como aburrimiento tiene un lugar muy preciso en la enseñanza de Heidegger. Es el estar atrapado en el vacío del Dasein y la angustia sería una de sus respuestas. Extremadamente cercano al aturdimiento animal, no se igualan nunca. El despertarse del viviente a propio ser aturdido, este abrirse por medio de la angustia, a un no abierto, eso es lo propio humano.
[11] Escritos 1, 1984 p.308
[12] LeviStrauss Pensamiento salvaje (36)

ARGUMENTO DEL SEMINARIO: LA DISCIPLINA DEL NOMBRE



Seminario de la école lacanienne de psychanalyse

la disciplina del nombre


En aquellos tiempos en los cuales Freud sostenía una intensa correspondencia con Jung, el primero y a propósito de cierto comentario del segundo, coincidió en afirmar que la transfe­ren­cia era el pivote de todo el análisis. >CITA< Consi­derando que esa apreciación tan con­clusiva conserva hoy su total vi­gencia, fue en la lectura que Lacan hiciera de Freud que se des­prendió otro térmi­no, el cual fue situado en un punto de inci­dencia fundamen­tal; aquel de la nominación. Hay toda una inves­tigación lleva­da ade­lante por él, acerca de la peculiari­dad de la operación que con el nombre de nomina­ción se des­pliega enteramente en el campo fre­udiano. O sea, que no hay manera de considerar el acto analíti­co si no tenemos en cuenta esos dos términos; el de transfe­rencia y el de nomina­ción.

Ahora bien, ¿de qué manera estarán posicionados estos dos términos? ¿Que formulación sería la correcta cuando son puestos uno al lado del otro? Convengamos que entre transferencia y nominación no hay una relación de complementariedad ni de adi­ción sino más bien una simple heterogeneidad. Lacan dio otra manera de contar y tra­tar a la transferencia en la medida que incluyó a través de su seminario "La transferencia en su disparidad subjetiva, su pretendida situación, sus excursiones técnicas” la particularidad de un objeto, el cual extraído del Banquete platónico, marcaba la disparidad sub­jetiva que se planteaba entre el erastés y el eromenós, el amante y el amado: el agalmata. El llamado objeto a. Con esto, queremos dar a entender que Lacan se incluyó en una serie que comienza con Freud, pero de una manera tal, que éste no se habría sumado a Freud. Ya que si reconociéramos una suma de transferencia y nominación, estaríamos di­ciendo algo que se podría traducir de esta manera: hay freudolacanismo.

Desde otro ángulo, la cuestión se plantea de esta manera. Es un hecho que en Freud encontramos explícitamente una teoría de la transferencia, al mismo tiempo que no hay un desarrollo de algo que se podría considerar una "teoría de la nomina­ción". Esto no quiere decir que no se lea, en Freud, un cierto tratamiento de la cuestión del nombre, y sobre todo con relación al nombre propio. En Lacan, por otro lado, habría explícitamente una doctrina de la transfe­rencia, la cual no es homogénea a la de Freud, y no por ello deja de ser freudia­na. Lo particular de esto sería que en Lacan sí podemos leer en toda su extensión, la insistencia por tratar la cuestión del nombre. Entre una teo­ría del aparato psíquico (Freud) y una disciplina del nombre (Lacan) descubriremos allí un verdadero hiato.


Es de una disciplina del nombre sobre lo cual Lacan se ocupó duran­te treinta años, aproximando la interrogante que coman­da este estudio: ¿cómo establecer una posición frente al hecho del nombre, el nombre propio en el curso de un análisis? La fórmu­la canónica de "el inconsciente está estructurado como un len­guaje", ¿no requiere un tratamiento delicado de la proposi­ción lacaniana del estatuto del nombre? ¿De qué manera poder decir algo respecto de cuestiones tan cruciales como aquellas del fin del análisis y del destino del nombre de analista que ahí habría habido, si no se pasa por la exhaustiva investigación del estatuto del nombre para Lacan?

Elegir la palabra "disciplina" para ordenar esta investi­gación requiere ser explicitada. El término de disciplina se abre a varios sentidos: por un lado en tanto orden, es el conjunto de obligaciones que regulan la vida de ciertos cuerpos. Asimismo, apela a la sumi­sión a una regla, en tanto aceptación de ciertas constriccio­nes­. Del latín disciplina tomó todo su vuelo cuando se extendió en la órbita militar. Asimismo aparece como doctrina de una persona y especialmente en lo relativo a la moral. Dentro del lenguaje eclesiástico, sería el conjunto de leyes y pre­ceptos para regular la vida pública y privada, alrededor de los mandamientos o la disciplina dogmática de la Iglesia. Asi­mismo, según San Ignacio, sería un instrumento de penitencia corporales el sentido de fustigar la piel para debilitar las pasiones y confor­marse con un Jesucristo doloroso, mas no enfermo; es sobre la carne que se aplica la penitencia mas no sobre los huesos.

Desde otro sesgo, la discipli­na viene a ser casi un sinónimo (li­gh­t) de la palabra materia, la cual es objeto de estu­dio, y cuyo equivalente sería el de ciencia. Disciplina, está muy cerca de discí­pulo, ya que éste sería aquella persona que si­gue la doc­trina de un maestro o se coloca bajo el patronazgo de al­guien.

Toda discusión acerca de la nominación se realizó y no puede no realizarse si no se "tropiece" con la función del nombre propio. Hacer hincapié en este tipo de nombre, es alcanzar de lleno el esta­tuto que para el psicoanálisis como para el psicoanalista éste tiene. Desde Descartes en adelante el nombre propio ha quedado consagrado como un depósito de saberes. Un apellido consiste en parte por con­sagrarse a funcionar como bolsa de saberes, y cuyo efe­cto casi radiactivo sería el de continuar emitiendo silencio­samente dichos saberes. Pero no todo se desenvuelve tan calla­damente. ¿Que se querrá decir cuando se cita a Freud, a La­can? ¿De que manera estos nombres siguen hablando y aún mas, se les adjudi­ca un cúmulo de saberes que quedan mudamente co­bijados por la suposición que acompaña en muchos casos, dicho nombre? ¿De qué manera plantear las diferencias entre el nom­bre en tanto geográfico, científico, o del padre, del analis­ta, y otras posibles adjudicaciones?


Hacer un tratamiento del nombre de Lacan equivale a si­tuar, localizar y considerar al Real, Simbólico e Imaginario, -tres nombres que le dan su peso al campo-, como un tra­umatismo sin anterioridad que operó en el psicoanálisis, a partir de la conferencia que con ese nombre dictó Lacan el 8 de julio de 1953.O sea, y dicho de otro modo, un intento de forzar al psicoa­nálisis cuando éste se deslizaría "irremediablemente" a ser un au­tis­mo a dos con Freud... y con Lacan.


Entonces ¿qué quiere de­cir cuando hablamos de una disciplina del nombre? Por lo pronto, y sin ade­lantar demasiado al lector acerca del desarrollo que se propone, la disci­plina del nombre vendría a ser una forma de llamar al psi­coaná­lisis; en cuanto disciplina y en tanto la nomi­nación crea discipli­na... o dicho de otro modo, en tanto no habría nom­bre en el lugar del Au­tre.

ARGUMENTO DEL SEMINARIO: ¿Y...? ¿Cuál es el misterio del falo?


École Lacanienne de Psychanalayse

Seminario




¿ Y . . . ? ¿Cuál es el misterio del falo?



X le preguntaba a Y mientras tomaba lentamente su tercera taza de café del día:
“¿ Y ...? ¿Cuál es el misterio del falo?”.

Cuando Y quiso responder, sin pensar y casi sin mirar a X dijo: “Digamos que el falo, tanto en su cara significante como en su tránsito como objeto, sería aquel que, si se lo retirara, todo el psicoanálisis resultaría equivalente en su estructura al delirio de Schreber”. No había advertido que estaba modificando ligeramente una frase de Lacan de la Proposición del 9 de Octubre de 1967 sobre el analista de la escuela, ya que había sustituido al Edipo por el falo.

Y agregaba: “Por ejemplo, el falo no participa como mito, del modo que sí lo hace el Edipo. Cómo decirlo, el Edipo es francamente una pequeña gran historieta, la cual en alguna ocasión Lacan la llegó a considerar como estrictamente inutilizable para los psicoanalistas”.

“Constatamos que el sujeto afectado por el falo, así como por su contingente pérdida (en el ser y en el tener), puede inclusive llegar a hacer de él un duelo. Resulta de ello que, su misterio, sus velos y brillos eróticos, su ostensible poder, sus escrituras como simbólico o imaginario y su función, son, por sí, suficientemente problemáticos de circunscribir en la práctica del analista como para resolverlos con unas pocas frases..”

Para que este breve diálogo no quede trunco, invito a proseguirlo en un seminario acerca de la única aventura del hombre, la que el falo trama a sus costillas.





La hoja de presentación del seminario está configurada a la manera de una página web de Internet, o sea, apta para ser leída por el usuario. Las palabras subrayadas llevarán a otras páginas que ampliarán la investigación; la figura de la izquierda arriba, conduce a un sitio que organiza todo el seminario. Para aquellos que también prefieran hacer comentarios fuera de las reuniones, pueden hacerlo enviando su correo a symbto@infovia.com.ar


BIBLIOGRAFIA:

Jacques Lacan: “Escritos” en particular “La significación del falo” y
“Subversión del sujeto y dialéctica del deseo en el inconsciente
freudiano.”

Seminarios:
“El deseo y su interpretación”, sesiones dedicadas al estudio de Hamlet. (marzo y abril de 1959)
“La transferencia, en su pretendida situación, su disparidad subjetiva y sus excursiones técnicas” sesiones de abril de 1961.
“La angustia”(1962-3)
“De un discurso que no sería de apariencia”, (D’un discours qui ne serait pas du semblant) (1971)

Sigmund Freud: “Algunas consideraciones acerca de la diferencia sexual anatómica”(1925)
Guy Le Gaufey: “La evicción del origen”, Edelp, 1995.
Jean Allouch: “Erótica del duelo en los tiempos de la muerte seca”, Edelp,1996.
Robert Pirsig: “El zen y el arte de la mantención de la motocicleta”,
Ed.Cuatro vientos, Chile, 1993.
Giorgio Agamben:“Estancias –La palabra y el fantasma en la cultura occidental”
PRE-TEXTOS 1995
Plutarco: “Isis y Osiris”, Ed. Lidiun , Bs.As.,1986.
D.H.Lawrence: “El hombre que murió”, Ed. Losada, Bs.As. 1960.




Las reuniones serán los días miércoles –14 y 28 de abril; 12 y 26 de mayo; 9 y 23 de junio; 14 y 28 de julio, 11 y 25 de agosto de 1999, a las 21:30 horas, en el Hotel Alpino, Cabello 3318, Cap. Fed. 1414. Para mayor información, comunicarse al 4778-3582.

Participación en los gastos: $5. - por reunión.