Textos, escritos y comentarios

Tetxos, escritos y comentarios pretende poner a disposición del público, una serie de artículos de psicoanálisis, pequeños escritos, comentarios políticos. Algunos ya han sido previamente publicados (en ese caso el artículo en cuestión tendrá un formato ad hoc), otros no encontraron su pasaje al público, y otros fueron divulgados entre algunos lectores y amigos. Aliento a que si alguno de los textos encuentra un lector interesado en dialogar con él ,lo haga sin reservas.

lunes, julio 13, 2020


DINOS CÓMO SOBREVIVIR A NUESTRA PROPIA HUMANIDAD


Como si fuese una lluvia intensa que nos cae cuando estamos a la intemperie y además no disponemos de impermeable o paraguas, es  más o menos así como, la mayoría de los habitantes de este planeta estamos siendo mojados por miles de gotas de información, calificada, descalificada, oficial, no oficial, espontánea, preparada, chequeada, sin chequear. Son gotas que aunque  muchas puede no penetrar nuestra piel, al cabo de cierto tiempo, vemos alterado nuestro umbral de tolerancia, y  la piel  empieza a arrugarse de tanta agua. Satura y enmudece. 

A esto se le agrega que el diluvio está acompañado, desde el inicio, por el miedo, el pánico desatado por la información que circula debido a la inmediatez de las redes sociales y  redes de noticias.  Creyendo que estamos más  protegidos que nunca por el Estado y sus adyacentes poderes, enterados que efectivamente   hay una grado de verdad indudable acerca de la capacidad destructiva del corona virus, pasamos a ser capturados por esa información (que no es lo mismo que un “saber”) y obedientemente nos plegamos a la autoridad que nos está salvando y salvando a la humanidad toda.

Dentro de este amplísimo panorama, me llama mucho la atención que no se haya estudiado, al menos descriptivamente, el hecho  de que  desde hace 40 años estamos habituados a protegernos contra los virus, en cada casa, en cada empresa, en los organismos de gobierno, en el campo militar, como  parte del riesgo de usar la red, la web, como  un costo a pagar por los super beneficios que nos propone el uso indiscriminado de la red. Estoy hablando concretamente de los ‘virus informáticos’ que circulan en las redes y sus poderosos acompañantes, los sistemas antivirus que no hay computadora que no disponga de uno, y que están diseñados para salvaguardar la “salud” de nuestra herramienta esencial de la vida moderna. Con esto quiero decir que no es poca cosa estudiar detenidamente y responsablemente, las condiciones en que el mundo se dispuso para que otro tipo de virus, el que destruye las células del cuerpo, haya tomado protagonismo tan relevante en los últimos 30 años (SIDA; EBOLA; AVIAR; VACA LOCA; ETC), y que ha puesto en peligro a todo el sistema planetario, ahora con esta mutación de la gripe. 

Sabemos que las epidemias y pandemias no son nuevas. Han asolado en los años de la historia  haciendo morir a cientos de millones de habitantes. Pero lo que es único en la historia es el modo de respuesta que están teniendo los estados y sus gobiernos, y el modo en el cual están ejerciendo políticas de encierro y cuarentena estricta,  gobiernos que de por sí nunca antes tomaron  en serio las recomendaciones que le llovían del cielo acerca de los peligros de una pandemia. El ejemplo más sonado es el de Bill Gates en el 2014, quien pedía a los gobiernos que dedicaran esfuerzos y recursos económicos para anticiparse a lo que vendría en el futuro próximo. No desentona el hecho que lo haya dicho uno de los responsables e inventor de la computadora personal y el sistema operativo más exitoso y usado del planeta. Algo sabía acerca de los virus. Las recomendaciones estaban, pero se las ignoró por múltiples razones. Ahora lloramos por la leche derramada.  La verdad está en que el sistema sanitario no es capaz de paliar el número de enfermos que la epidemia trae consigo. Recordemos que nunca , ningún sistema sanitario de la historia estuvo a la altura de las circunstancias, salvo tal vez  en el caso del ébola. 

Pero este  pequeño escrito no pretende ahondar en este dilema sino describir, contar, referirme a cómo convivimos con el alerta del virus en nuestras computadoras, y si esto es así es posiblemente porque debe de haber un sutil parentesco entre ambos discursos.  El lenguaje de la informática adoptó, no inocentemente o por azar, llamar “virus”  a aquellos programas que  fabricados  artificialmente, podías  pegarse a cierto programas de las computadoras y así, copiándose a sí mismos,  inutilizar parte de los archivos existentes, o sea el capital que cada quien tiene en su máquina. 


¿A QUE SE LE LLAMA VIRUS EN EL CAMPO DE LA BIOLOGÍA Y EN EL DE LA INFORMÁTICA?

Partamos  apoyándonos en la lengua.“Virus” en latín quería decir  humor, líquido y además, veneno, ponzoña, mal olor. En casi todas (si no todas las lenguas) se dice así: “virus”. 

Un virus es un agente infeccioso no celular, constituidos por material genético y que cuando se ponen en contacto con células específicas, penetran la membrana y se copian a sí mismas dentro del núcleo de la célula finalmente destruyéndola y así se multiplicándose dentro del sistema del organismo. Son proteínas, cadenas de ADN que  están recubiertas por otros elementos no proteicos, lípidos en algunos casos, que  hacen de envoltorio y contacto con el exterior.  Digamos que el organismo puede no disponer de células macrófagas, que detecten esto componentes extraños, o no disponer de cantidad suficiente de ellos como para anular el efecto dañino y el organismo finalmente  sucumbe, muere. 

En el caso de que estemos hablando de la segunda acepción, veremos que se trata de un programa software que tiene como objetivo alterar el funcionamiento normal de un dispositivo informático, sin permiso o acuerdo del usuario o conocimiento.  Es un fin malicioso y que reemplazan archivos ejecutables por otros infectados por un código X.  Se propagan a través de la red y basta que se abra un archivo  infectado para que se contagie el sistema operativo.  Ya volveremos sobre los detalles del funcionamiento de estos virus. 

Un poco de historia no viene mal. Se sabe que  ya en 1972, apareció una interferencia en algunas pantallas de aquellas computadoras que bajo el nombre de “Creeper” colocaba un mensaje en la pantalla que decía “Soy una enredadera… agárrame si puedes”;  no tenía  un propósito destructivo sino solamente experimental. Así se inventó el primer “antivirus” “Cegador” para neutralizarlo. 

En 1984, Fred Cohen, un investigador de la Universidad de California del sur, fue quien en un documento presentado en un foro, acuñó la palabra “virus” a una secuencia de símbolos que en un cierto contexto, hace que otra secuencia de símbolos pase a contenerlos o convertirse en ellos.  Si consideramos a las proteínas también como secuencia de símbolos y a la bioquímica del núcleo como su contexto, el virus informático pareciera que actúa de la misma manera.  Cohen en ese entonces no encontraba en  el medio matemático de  trabajos  realizados acerca de la “seguridad del computador”. Entonces  a cada realización de un virus  se la llamó infección y el tiempo que le toma realizarlo es el tiempo de dispersión.  ¿Que podría  suceder si espontáneamente  se produjera un virus en una computadora? Cohen decía   que era más dañino a veces la cura que la enfermedad, ya que para erradicar el virus hay que hacer desaparecer los archivos infectados y posiblemente algunos por infectarse. Para eso  consideró que era mejor  colocarlos en “cuarentena”, para que solos, se auto anularan, se neutralizara su efecto, caducara su potencial disparador de información incompatible con el sistema operativo. 

Por otra parte Cohen decía que  la relación entre el modelo matemático y el biológico era más o menos exacto, debido a que no disponemos d una definición precisa de qué es la vida. Y asumimos que la vida tiene  dos características: Reproducción y evolución, que es como decir, supervivencia y cambio. Un cristal por ejemplo se reproduce, se replica pero no cambia. El agua es otro ejemplo: cambia su forma, pero no puede reproducirse por si misma. Por lo tanto, la vida es algo así como  un acoplamiento,  de la forma con  el entorno.

Cohen finalmente aseguraba  que no hay un anticuerpo universal, ya que no se puede impedir que haya virus dispersos. Es como con las ideas; por más libertad de pensamiento, no se puede prevenir la difusión de ideas  en contra de la libertad de expresión. Una paradoja de Russell. La protección absoluta de un sistema  solamente se puede lograr con el aislamiento absoluto, pero esto es inaceptable. La receta sería  que si no quieres tener virus en tu computador, no te  conectes con internet, nunca. Por lo tanto, si se trata de compartir (lema fundamental del uso de la red) no existe el control total. 

De allí en más se fueron creando industrias, compañías (buenas)que  ponen a los usuarios bajo su tutela para protegerlos de los virus (malos), a cambio de dinero, o  en otros casos (gratis pero que se financian con datos del usuario), propaganda marginal, etc. Es  un poco como la mafia que  llega al pueblo y visita a todos los comerciantes para ofrecerles  cuidarlos de las agresiones y amenazas de los “mafiosos malos”, los cuales  son ellos mismo actuando ex profeso para generar el miedo de la sociedad. 


EL PARADIGMA DE LAS VACUNAS


Decimos que la carga dañina del virus informático luego queda alojada en la memoria RAM. Toma el control del sistema operativo y alcanza incluso a grabarse en el disco duro. Otro modo de infección es por los gusanos “worms” que estos se replican pero a través de las redes funcionan como “delivery”. O los famosos ‘Troyanos’ porque emulan a los troyanos de la Ilíada que alojaron al caballo dentro de la ciudad sitiada y desde dentro atacaron. 

Con respecto a los sistemas  de prevención llamados “anti-virus”, los hay “activos”, que descubren las trazas que deja el virus para así eliminarlo o dejarlo en cuarentena. Y los “pasivos” que son en sí recomendaciones: no instalar software de dudosa procedencia; no abrirle la puerta a desconocidos (mail); usar la opción de “privacidad” o borrar la memoria caché habitualmente. 

Por el lado de la biología, el ejemplo más ilustrativo  fue el de la poliomielitis, que en 1950 había causado 30.000 muertos  en EEUU y miles de secuelas. Nacieron  dos tipos de vacuna: primero la Salk, que usaba  lo que se conoce como “virus muertos” ( inactivos). Se producen en el laboratorio inactivando al virus patógeno mediante calor o formaldehído: la estructura queda intacta para que sea detectado y produzca el organismo anticuerpos listos para neutralizar al virus en caso de entrar al organismo. Es  más lógico llamarlos  ‘virus inactivos’ porque a fin de cuentas, el virus no es algo vivo. 

La otra solución fue la vacuna Sabin, que  está preparada usando virus “atenuados” (como para la fiebre amarilla) y que consiste en poner el virus en cultivos o en embriones de animales (pollos) y se van creando sucesivas reproducciones controladas hasta el momento en que se perfecciona en el pollo, pero deja de ser nocivo para las células humanas. Y así es que se imparte en los humanos  para producir anti-cuerpos. El sistema inmunológico ahora los reconoce,  pero no puede reproducirse y es más eficaz que la vacuna anterior. 

EL LIBRO NEGRO DE LOS VIRUS DE LA INFORMATICA

Fue publicado en USA un libro  que ha circulado y está a la venta actualmente, el cual de alguna manera enseña cómo fabricar virus.  Y todo comenzó a partir de la instalación del Windows 95, que desplazaba al anterior sistema operativo el DOS. 

Estos desarrollos dentro del campo de la computación han sido sumamente activos e incluso  el autor  encuentra que ha sobrepasado a los trabajos en biología. De alguna manera se puede decir que es una re-escritura de los desarrollos en el DOS.  El libro, curiosamente,  aporta (a la manera de un libro de cocina) nuevas recetas e ingredientes. Es un libro de información y no pretende  ofender a nadie (dice el autor).  Y se defiende aclarando que cualquier modo de control de esta información convierte  al asunto en una suerte de esclavitud frente al monarca o tirano, a Dios incluso, que es quien dice qué hacer y cómo hacerlo, que tener y qué no tener. Aboga por la completa libertad de la información  para que la ley no se convierte en demasiada ley. 

¿A quien le interesa sobre todo disponer de antivirus y de comandar las acciones de los interesados? Por un lado habla de  las empresas, todas, ya que usan sistemas informáticos en una enorme cantidad. Basta que haya un 1% de  ellas que esté infectada con un virus, para que ponga en cuestión el resultado del 99% restante. También en el campo de  las aplicaciones militares ya que las armas de los últimos 50 años, están cada vez más vinculadas necesariamente con las computadoras. No hace falta ir muy lejos: los drones militares o los aviones de combate teledirigidos a distancia.  Si eso llegara a estar infiltrado por un virus, todo el sistema de defensa y ataque de los países quedaría en jaque. No estamos hablando ni de sables ni de fusiles ni de barco con cañones ni aviones de combate de la segunda guerra. Eso es así porque la población del siglo XXI  ha quedado totalmente por fuera del conocimiento de cómo funciona el sistema  militar. Las armas  ya no son lo que fueron desde el inicio de la historia. El cuerpo a cuerpo de la guerra ha sido  desplazado por el escritorio.

El libro  denuncia que el movimiento general de los países está yendo inexorablemente hacia  un ideal del estado benefactor de Orwell, que es el de un monopolio informático y donde su poder está basado en  saber todo acerca de todos. (Y este libro fue editado en 1999). Basta con leer el estatuto fundacional de Google para saber que esa empresa tiene como meta disponer de toda la información que se produce en el mundo. Es cuando la ley  se convierte en inmoral y cuando su obediencia es inmoral. 

Otro caso de vigilancia anti virus es el de la economía global e impositiva. Qué sería de ese sistema recaudador si se invalidara el sistema operativo, aunque sea parcialmente.  La computadora como herramienta para crear plusvalía, debe ser cuidada por el sistema del capital ya que  si pasa cierto nivel de inoperancia, afectaría  la cadena de producción y consumo, es decir , los medios en que se realiza la sustracción del valor al trabajo de los hombres. 

Lo que llama la atención por ser tan fascinante es que de pronto la computadora parece que  se independiza del usuario y parece que está viva. Debido a ello es que Von Neumann por ejemplo, pretendía llamar a los virus “automatón autoreproductivos” para descargarle    la carga emocional que tiene la palabra “virus” y que los condena a ser  equivalente a seres o entes del mal. Repito. Los virus biológicos no son personas ni semejantes con intenciones distintas a las nuestras. La diferencia con los virus informáticos, es que estos últimos son fabricados por seres humanos con fines variados y políticamente diversos. O sea que  detrás de los virus de internet hay un “”alguien”, mientras que detrás de los virus biológicos  hay “nadie”. Están vacíos de sentido. Si es así ¿porqué se les cubre de algún sentido?  Para darle sentido a lo que no lo tiene, como decía Henry Miller acerca de la sexualidad. Es en ese preciso lugar donde  surgen las teorías conspirativas, discursos que colocan una especie de “alguien- alien” donde note está vacío de sujeto. 




LA VIDA Y SUS  METAFORAS

Heráclito llegó a decir: “vivir de muerte, morir de vida”. Lo que diferenciaría a una cuerpo vivo’ de una máquina,  es que en  la primera, las células se mueren y se recambian, mientras que en la máquina se desgastan los elementos  pero no se recambian solas. Para ello el operario realiza el recambio de todo o de partes. Mientras el ser vivo rejuvenece todo el tiempo para poner distancia de su caducidad definitiva, la máquina se envejece todo el tiempo. Debido a que es mortal es que siempre se está rejuveneciendo. Trincher decía que la vida sólo  puede existir a la temperatura de su propia destrucción. Edgar Morin escribía  que la vida es una navegación sobre un océano de incertidumbre a través de archipiélagos  de certeza. Para él  lo que diferencia a una doctrina de una teoría es que la primera se blinda contra cualquier cambio y por eso duran siglos mientras que las teorías  se recambian, se renuevan. (Para el psicoanálisis, en el caso de la enseñanza de Lacan,  ella no condice plenamente con ninguna de las dos.) 

Valery anunciaba que los peligros que acechan al hombre son el desorden y el orden o más bien, que el desorden esté en lugar del orden, y el orden en el lugar del desorden. Los mayores  crímenes la humanidad se han realizado en nombre de la purificación, es decir, de la verdad, como  apegarse a un reglamento, o algún contrato de manera absoluta. La purificación es un termino que es recuperado por la biología y sabemos  muy bien lo que contribuyó a poner en movimiento el extermino que realizaron los nazis de la mano de la industria moderna. Muerte industrial.  Para Morin, el peligro máximo es el de cerrar el mundo al encuentro de lo diferente.

Pero ¿qué es la vida? ¿Es una pregunta adecuada? Porque la vida tiene demasiada heterogeneidad para  acercarla a cualquier unidad. ¿En qué se diferencia un ser vivo de un no vivo?  En el ser vivo, por ejemplo, todas las reacciones siguen un programa prefijo y que apuntan a la autoreproducción, la mutación y el metabolismo de tal manera que el organismo no caiga en el equilibrio. Hace falta tensión. Lo mismo para un sistema  lógico de lenguaje que requiere reglas, letras pero que sobre todo requiere  primero el acto de lectura. La vida surge a partir del desorden y donde haya gradientes termodinámicos. Pero paradojalmente, para que se continue, requiere que el organismo se regenere  ordenadamente.

Fueron Watson y Crick quienes inventaron un sintagma algo inquietante al hablar de la “información genética” en el campo de la biología.  Claude Shannon fue quien usó la información como una medida cuantitativa de la complejidad de los códigos lineales. Schroedinger  decía que los cromosomas son el  código jurídico y el poder ejecutivo a la vez. Porque a fin de cuentas el ADN es una molécula muerta ya que no se puede auto reproducir y son las enzimas las que producen el ADN. Crick llegó a decir que  una vez que la información entró en la proteína, no puede volver a salir (1958) El código genético tiene la estructura de un mensaje: Haz una enzima!! El uso metafórico de la información  proporcionaría el vector para la diseminación del significado dice Evelyn Fox Keller. 

Entonces ¿cómo  es que la vida, la estabilidad de la memoria genética es estable frente a un mundo de  disipación de la energía? 

Spinoza decía que la sabiduría del hombre  está en meditar no sobre la muerte sino sobre la vida.   Fu durante  la segunda guerra mundial que se desarrollaron los mayores descubrimientos en el esfera de la comunicación y administración de datos, ya que en ese tiempo nació el cómputo, los códigos, los datos, las mujeres ocupando funciones en la inteligencia, Türing, feedback y todo esto es lo inverso de la entropía (caos). El paradigma de la guerra total aceleró y causó deseo de dominar al enemigo en la dimensión del saber  antes que en el del cuerpo. Calcular algo acerca del deseo del otro, acerca de su estrategia, su ideal, su proyecto, su fantasía. 


Pero volvamos a los virus y sus metáforas. Porque  es en este renglón que Susan Sontag (con su libro que ya es un clásico: “La enfermedad y sus metáforas”)  nos impulsa a tener que insistir. Porque para  ella  pensar es en sí una interpretación. Y que esa redundancia produce más de lo mismo. Proponía, a contrapelo de toda opinión hermenéutica, el dejar de pensar o sea, dejar de lado muchas veces a las metáforas, como las que usó Virchow para apuntalar a la célula como unidad, diciendo  que era una metáfora de Estado. El campo de la poesía no se debe de superponer a los demás campos, sino más bien diferenciarse de ellos. Los peligros de hablar del cuerpo como si fuese una empresa o una máquina.  Lucrecio decía que había que devolverle a los músicos la “armonía” ya que no hay armonía corporal. Otros ejemplos: el cuerpo como un templo; la enfermedad como un enemigo que invade (John Donne) o el cuerpo como un campo de batalla, de pelea, lucha, guerra, agresividad. No está de más recordar que Freud también acompañó sin quererlo esta moda, al hablar de lucha entre instintos, o la pelea entre el oso y la ballena o el síntoma como resultado de una transacción, y muchas más. 

Cuando hay una guerra no se le pide a la gente que tenga presente el costo y los resultados prácticos; no hay lugar para la prudencia y ningún sacrificio es excesivo si hay que defender a la patria de un invasor que aniquila a los jóvenes o los viejos.  Las víctimas  sugieren inocencia  y la lógica del inocente  sugiere culpa. (Nada más parecido a la guerra de las Malvinas en la Argentina que lo que está sucediendo a partir de la política de enfrentamiento contra el coronavirus, que viene de a poco llegando desde Europa, y que requiere de prepararse a la invasión; no se habla de otra cosa y se entiende que los médicos están a la altura de los soldados de entonces). 

Sontag promovía no incitar a la imaginación, no agregarle significado sino privar de significado. Las metáforas, como los mitos, pueden también matar. Decir que el cáncer = muerte. (Ella padeció de cáncer durante muchos años y hablaba por experiencia). 

El SIDA, por ejemplo,   no es una enfermedad en sí misma; es una constelación pero se la describe como una invasión-polución a través de los fluidos sexuales y sanguíneos, usando la metáfora de la paranoia política en la época (1983) en que había concluido la guerra fría, en plena era de la ‘guerra de las galaxias’. El discurso imperante era que había millones de individuos que cobijaban  al enemigo (virus) sin saberlo.  Es como el Stress, o el bulling, nombres que no nombran al objeto sino que lo imaginan. La transmisión sexual condenó a un escenario donde era condenado el raro, al promiscuo, a la costumbre contra natura o compartir la aguja con el otro. Se  luchó mucho en las calles y en los medios para desmoralizar a la enfermedad y realizar políticas de prevención de la transmisión del virus sin  tener que censurar los actos privados de los ciudadanos.

El paradigma moderno por excelencia es hoy por hoy   el del análisis de los datos y la exploración por imágenes frente a la enfermedad como “extranjera”, el mal chino, la infección napolitana, la gripe española. El caso contrario más sonado en la historia, es cuando cuando la viruela asoló las poblaciones nativas de lo que sería América, en la cual los “civilizados”  (extranjeros) enviados no por los dioses sino a través del deseo de comercio y las guerras de invasión trajeron consigo la peste virgen para los habitantes. 

La velocidad de las imágenes  es la que acelera el fantasma tan temido.  En complicidad imaginativa  con el cine y la televisión ante los desastres, el abuso informativo de los cientos de canales, requiere de la velocidad de la comunicación para genera un mercado de receptores. Todos los trabajos de de Paul Virgilio acerca de la bomba informática o la sociedad de la velocidad;  o el planeta enfermo de Debord. Para el pensamiento actual mayoritario, sólo lo cuantitativo es metodológicamente lo serio, lo medible, lo efectivo; lo cualitativo no es más que un  incierto decorado subjetivo o artístico Si la sociedad están peligro, todo está permitido de ahí la militarización del discurso. 

La época que posee todos los medios técnicos para alterar totalmente las condiciones de vido sobre la tierra es también la época que, en virtud del mismo desarrollo técnico y científico separado, dispone de los medios de control y previsión para medir por adelantado adonde lleva el crecimiento automático de las fuerzas productivas alienadas. 

Hoy 2020,  no alcanzó con   Chernobil, ni el calentamiento global, ni la acelerada extracción de más y más fuentes de energía no renovable, ni la muerte de los océanos, ni la desigualdad monumental entre los que acumulan la riqueza y aquellos que  solo pueden sobrevivir con lo mínimo. Porque, como todo puede circular, la contaminación atmosférica es un caso, la exportación de basura de un lugar a otro, es  debido a que lo regional ha dejado de tener valor frente a lo global.

PEQUEÑA CONCLUSIÓN

Las respuesta mundial a la pandemia tiene esta forma porque  hay un sistema de transmisión y de economía del goce de la imagen y la palabra que aloja dentro de él, la figura del virus. El virus se transmite por la red y llega primero el miedo que el virus Codiv-19. Muchos podrán decir que es gracias a esa interconectividad generalizada que se puede responder más adecuadamente y tomar medidas preventivas. Lo que todos sabemos es que las medidas preventivas que no han sido tomadas para enfrentar en el terreno propio de los virus, o sea la medicina,  de años a esta parte,  son las que dan lugar a creer que la causa está solamente en le virus, como si tuviese voluntad de combate o representara el arma de una inteligencia superior. Hoy por hoy hay que  quedarse encerrado, clausurado, no tanto para cuidar nuestra salud sino y sobre todo para salvar a los estados en que no entren en una catástrofe epidemiológica que sería muy maligna para la imagen pública de los  representantes de gobierno ante la comunidad. Escuchar una y mil veces lo mismo en los medios, las mismas advertencias, es un modo de culpabilizar a quienes no tenemos la culpa.   

M.B.B.