Textos, escritos y comentarios

Tetxos, escritos y comentarios pretende poner a disposición del público, una serie de artículos de psicoanálisis, pequeños escritos, comentarios políticos. Algunos ya han sido previamente publicados (en ese caso el artículo en cuestión tendrá un formato ad hoc), otros no encontraron su pasaje al público, y otros fueron divulgados entre algunos lectores y amigos. Aliento a que si alguno de los textos encuentra un lector interesado en dialogar con él ,lo haga sin reservas.

miércoles, octubre 25, 2006

PHYLUM- Publicado en Redes de la Letra

P h y l u m
(publicado en la revista "Redes de la letra Nº 5, 1 995)


El seminario sobre "La carta robada" es un texto sin­gu­lar y privilegiado el cual,en los últimos tiempos ha sido dejado un tanto de lado, y que aún hoy conserva toda la poten­cia de un es­crito fundador. Tres tiempos se encuen­tran di­fe­renciados en cuanto a la relación de este con el públi­co: fué dicho el 26 de abril de 1955 en el ámbito del semina­rio de ese año[1]; escrito entre mayo y agosto de 1956 y prime­ramente pu­blicado en 1957.[2] Asi­mismo, destaca el hecho que Lacan lo prolonga­ra con "Pa­rén­tesis de paréntesis" para su edición en los "E­crit­s" (1966­), abriendo con él, la mencionada colección. Dicha lectura, o sea, una interpretación que Lacan hizo so­bre el cuento de Poe resulta de intro­ducir la reparti­ción de los personajes en "tres tiempos que ordenan 3 mi­ra­das, sopor­tados por tres sujetos encarnados cada vez por per­sonas dife­ren­tes"[3]. Bajo esto,salta a la vista la pro­piedad que dicha car­ta porta, la de no hallarse en ningún sitio"(nu­lle par­t)[4].

La verdad revela en este cuento su ordenamiento de fic­ción y con ello pone en evidencia la manera justa de tomar un texto literario a la letra.Una obra literaria importa ya que aunque fraca­se o tenga éxito (so­cial), no imita para nada los efec­tos de es­tructura. Ella no existe sino en la curvatura de la estruc­tura ( se alcanzaría solo tangencialmente) y no sien­do una analogía ni imitación del efecto del in­con­ciente, es algo equ­ivalente entonces al real, y es , en tanto que fic­ción, es­tructura verdadera.


Una linea escrita por mano de Lacan en el seminario sobre la carta robada llamó nuestra atención: "¿Será nece­sa­rio que la carta, entre todos los objetos, haya sido dotada de la pro­pie­dad de nuli­biedad (nullibiété) para utilizar ese tér­mino que el vocabula­rio bien conocido bajo el título de Roget toma de la utopía semiológica del obi­spo Wilkins?"7 Y la nota 7 a pie de página dice:" La misma a la que el señor Jorge Luis Borges, en su obra tan ar­mónica con el phylum de nuestro dis­curso, concede un honor que otros reducen a sus justas propor­ciones: Cf. Les Temps Moder­nes, junio-julio de 1955 pp 2135-36 y octu­bre de 1955 pp 574-5 (subrayados son míos).[5]

Si este es el pie para dar cuenta del caracter odd (bi­zarro dispar) del significante, que entre otras característi­cas, es la de no soportar la partición,¿ cómo leer hoy esa ar­monía de J.L.B con el discurso de Lacan? ¿ Cual es el Borges que leyó Lacan?

Algún lector de Lacan de habla española habrá pasado aun­que mas no sea fugazmente, por la ocasión de preguntarse si Lacan habría tomado como re­ferencia,a algún per­sonaje de "nu­estra cultura".Por ejemplo, en este ca­so, ubicar que Lacan haya hecho mención , en un par de oportu­nidades, del nombre de Jorge Luis Borges.[6] Ahora bien, si lo­calizar esas referen­cias no forma parte de un es­fuerzo de co­leccionis­ta, ni de un ejemplo de cierto diálogo literario en­tre escri­tores, ni aun, un ejercicio arqueológico de erudi­ció­n, entonces ¿ a ti­tu­lo de qué resultaría esto de interés para el psicoanáli­sis? Si des­cartamos cualquier posibi­lidad de escribir una historia de las ideas y por ello, de las in­fluen­cias entre sujetos, queda pen­diente construir ese punto de per­tenencia. Para esta ocasión, remito al lector al semina­rio de la Carta Robada en donde sa­ciará la curiosidad, al en­con­trar citado a Borges ( y prolongo este territorio común al de James Joyce), cuando Lacan requi­rió dar un ejemplo de la defi­ni­ción que proponía del sig­nifi­cante y su apari­ción bajo la forma de carta- letra (let­tre).



Volviendo pues a la nota 7, una palabra salta a la vis­ta: phylum. Es aqu­ella que da lógi­ca, sostiene la articula­ción de ambos nombres pro­pios. Según el diccionario Lexis La­rrouse, phylum provie­ne del griego "ph­ulon" que designa a una raza o tribu. Su de­finición actual se refie­re a un conjunto biológico forma­do por una especie o un grupo y por todas las formas que creen ser los ancestros mas o menos directos de esa especie o grupo. Asimismo, otra palabra cercana en pronuncia­ción es "filum", que remite a cue­rda,hilo, la trama de un dis­curso. Ese hilo y ese conjunto que integran una familia ances­tral solamente lo po­demos trazar si afirmamos que la armonía entre ambos se es­tablece no en una complementariedad sino en que comparten un punto desde el cual se habla, una posición enun­ciativa. Este punto concentra una preocupación por la isla del lengua­je, en sus diversas conta­minaciones (a la manera de un virus como diría William S. Bu­rroughs) al que el sujeto ha sido expues­to, el real de la len­gua. B.J.L.(Borges,Joyce,La­can), los tres consti­tuyen cada uno de cierta manera una par­te de esa tribu que inte­rrogados por lo inde­cible, pasaron al público sus in­vestiga­ciones.Prosigamos por un momento esas tres letras ini­ciales.


J.L.B.



A la edad de 22 años, Jorge Luis Borges retornó a la Ar­gentina, junto con su familia, luego de una estadía en Euro­pa de 7 años. Se en­con­tró con otra ciudad, otro país.

Sus preocupaciones estaban centradas , entre otras, en el idioma nacional, el de los argentinos y fue entre 1926 y 1928 que publicó primeramente "El tamaño de mi esperanza"[7] , li­bro que cuenta con un florilegio de ensayos y que Borges mismo deste­rró para siempre de su obra. Y en un segundo tiempo, un artículo con el nombre de ":El idioma de los argentinos", re­copilado en 1952 [8] . Si estos breves textos resul­tan necesa­rios para hablar del phylu­m, es porque hay un Bor­ges que él mismo excluyó de circula­ción, sobreviviendo como resto de ese naufragio, "El idioma ana­lítico de John Willkins".

En "El tamaño de mi esperanza" [9], bajo el título de "El idi­oma infinito", planteaba la necesidad de "amillonar el idioma e instigar una política del idioma frente a dos con­duc­tas que él observaba: la de los haraganes galicistas que a la rutina castellana querían anteponer otra rutina y la de los casticis­tas, que creían en la Academia como quien cree en la Santa Federación, y a cuyo juico ya era perfecto el lenguaje. Frente a este panorama, Borges proponía , apegándose a la gra­mática algunos trazos que tendían a ensanchar infinita­mente el número de voces posibles. Entre estas trazas se cuentan:

1) la derivación de adjetivos,verbos y adjetivos de todo nom­bre sustantivo. "Así de lanza ya tenemos las derivaciones lanceolado, lanceado, alancear, lanzase, lanzar y otros que callo ."(subrayado es mío)

2) La separabilidad de las llamadas preposiciones insepa­ra­bles, o sea, la posibilidad (como dispone el alemán) de aña­dirle prefijos a cualquier nombre sustantivo, verbo o epíteto.

3)Traslación de verbos neutros en transitivos y lo con­trario.

4) Escribir como suenan las palabras: verdá por verdad.

¿Que le habría llevado a Borges a "callar" ?¿ Una cierta censu­ra que se impuso, como manera de no aparecer esta­llando la lengua madre? ¿Un rasgo de pudor frente a semejante osadía? Un callar donde otros no callan, o sea, que se dejan tomar por ese punto de interrogación de la lengua para especu­lar al in­finito, donde la infinitud de los efectos de sentido acosan al sujeto. Borges calló, se detuvo, donde otros fraca­san jus­ta­mente por tener cierto éxito en esa em­presa de in­ves­tigadores (instigadores) de la lengua. Es importante este acto de ex­clusión, de destierro, como una ma­nera de dar con­sistencia al arte.

Dos años depués, Borges escribió un breve texto, con un estilo y una posición que luego va a ser multiplicada. Allí planteó una tesis acerca de la interpretación y las teorías del lenguaje.De Echeverría en adelante, las cuestiones idiomá­ticas habían apasionado a la Argentina. Continuaba así la po­lémica en dos frentes: una de las "e­rratas" era imaginar que el lun­fardo (considerado por Borges como una lengua especiali­zada en la infamia y sin pala­bras de intención general)pudiera acosar al castellano. "Es como traso­ñar que el dialecto de las mate­máti­cas o de la cerrajería pue­de ascender a un unico idio­ma" [10] La segunda errata, equi­vocación, era la que postula lo per­fecto de nuestro idioma y la inutilidad de refac­cio­nar­lo". [11]

Respondió Borges a estos dos frentes de equivocación con una utopía del siglo XVI,la de John Wilkins, obispo angli­ca­no, quien planeó un sistema de escritura internacional que con muy pocos signos, sobre papel pentagramado, "sabía inven­tariar cualquier realidad". Esa música silenciosa no comporta­ba nin­gún sonido y esto Borges lo llamaba "ventaja máxima" a la cual el, nueva­mente, accede a no ocuparse.!

Esta pretensión de un lenguaje mundial, ha atormentado de tan­to en tanto a los hombres. El obispo Wilkins de Borges pro­po­nía un idioma en que cada palabra se definiese a sí mis­ma.[12] Por ello dividió el universo en 40 categorías o géne­ros, sub­divi­didos en diferencias, subdivisible en géneros y en espe­cies. Asignó Wilkins a cada género un monosílabo de dos letra­s; a cada diferencia, una consonante; a cada especie una vo­cal.

Por ejemplo: de quiere decir elemento
deb " " fuego (el primero de los elementos)
deba " " llama (una porción del elemento)

En el idioma análogo de Letellier (1850);

a = animal
ab = mamífero
abo = carnívoro
aboj = felino
aboje= gato

De estos ejemplos se desprendía, según Borges, dos hechos apa­rentemente contradictorios. Por un lado queda abolida la arbi­tariedad, ya que cada palabra en ese lenguaje universal, lle­vaba pegada a sí, una matriz clasificatoria, un sello de ori­gen, una univocidad irremediable.Cada una de las letras era signi­ficativa, al modo de las Sagradas Escrituras para los cabalis­tas ,aunque por distintas razones.Por otro lado, esto confirmaría el hecho de que no hay clasificación del universo que no sea arbitraria y conje­tural.[13]


Borges de esta manera respondía a la imposibilidad de penetrar el esquema divino del universo apelando a la ocurren­cia loca de un sistema clasificatorio en el cual sí habría un universo de discurso. Donde la palabra "salmón", que de hecho no nos dice nada, por su caracter de palabra la cual no puede definirse a sí sino que debe recurrir a la articulación con otra, en un idioma analítico será "zana" que define, en su interior , a un pez escamoso, fluvial, de carne rojiza.

Si esta es una respuesta, situemos a cual problema res­ponde. Las lenguas,¿ están cerradas o están abiertas? Y si están abiertas,¿ hacia cual dirección? En el estado actual de la len­gua,¿ estarían atesoradas las trazas del origen mismo del uni­verso, tal como lo plantea un Jean Pierre Brisset ?[14] Finalmente subrayemos dos columnas de las teo­rías bor­gea­nas acerca del idioma argentino, conjunción esta de dos térmi­nos que no hacen par, haciendo de este encuentro ca­sual una inter­pretación a ser confirmada.Idioma alude a una lengua sin es­tricta correspondencia geográfica: es una lengua en ejerci­cio por quienes han sido adoptados por ella como lengua madre y por otros que la adoptan. Argentino es una apelación al ser.

Un hilo se enlaza con otro. La tesis mas fuerte de ese entonces en Borges, acerca de la distinción posible entre una palabra dicha radicaba en la voz, lo que el llamaba la conno­ta­ción. Se puede hablar en español, pero el clima verbal que identifica un enunciado radica, decía Borges, no en el enun­cia­do sino en la enunciación; lo rige la atmósfera de las pa­la­bras y no su sig­nificación.

La segunda columna hace citar a Borges [15] "Sabemos que no es el desocupado jardinero Adán sino el diablo- esa pifia­dora culebra, ese inventor de la equivocación y de la ventura, ese carozo del azar, ese eclipse de ángel- fue el que bautizó las cosas del mundo. Sabemos que el lenguaje es como la luna y tiene su hemisferio de sombras". Y sigue "Dentro de la comuni­dad del idioma... el deber de cada uno es dar con su voz" (su­rayado es mío)

Lacan, por su parte, para hablar de la cara letra del significante, en 1956 recurrió a cierta extensión, elastici­dad, plasticidad de la lengua francesa, cuando manipulea la "nulle part" y la tra­nsforma en propiedad del objeto- "nulli­biété". Se comporta haciendo caer cual­quier pretensión de que el sujeto haga uso de la lengua según un código estrictamente biunívoco, comunicacional. La "ningu­ni­dad" del significante es la mejor marca para referirse al ca­racter fálico de este en su punto mas extremo: único signi­fi­cante que puede presentarse como signo, de la ausencia. Esta propiedad del significante fálico, queda escrito en la "y" de inclusión cua­ndo se diga que estará y no estará allí donde está. No es un asunto de exclusión de lo que se trataría. Este faltar a su lugar, de la carta, se distingue de la letra que soporta al significante, en tanto que letra, puede trastornarse, en cuan­to real, mas no falta a su lugar: no habría exilio del Real.Avancemos un tre­cho en esta dirección.





A LETTER,A LITTER
The letter,the litter! And the soother the bitter!
Finnegans Wake

James Joyce durante los años 1928-29 (y en una coinciden­te contempo­raneidad con Borges) impulsó a algunos de sus lec­to­res, oidores de su Work in Progress, a escribir una serie de artículos referidos a la Obra en curso. Esta verdadera apolo­gía , tomó el título de "Our Exagmination round His Factifica­tion for the Incamination of Work in Progress", en donde, la palabra "Exagmination" fue usada apoyada en su etimología que deriva de ex agmine, "a hint that his goats had been sepa­rated from the sheep [16]. En este grupo de oidores, inte­grado por 12 escritores (como los doce clientes del Bar Ear­wicker o los docer apóstoles[17] se encontraba Samuel Beckett, William C.Wi­­lliams, Stuart Gilbert entre otro­s.

Lacan había leido este texto publicado en 1929 al hacer referencia a él en la nota 10 del seminario de la Carta Roba­da. "A letter, a litter, una carta, una basura. En el cenáculo de Joyce se jugó el equívoco sobre la homofonía de esas dos palabras en inglés"[18] ( subrayado es mío).¿ Que llamó la aten­­ción de Lacan en esa época acerca de los artículos en cue­stión y Work in Progress, para incluirlos en su seminario? La conmo­ción producida por la fabricación de un texto en donde se ace­ptara la intromisión de varias lenguas, el estallido del es­crito a lexical, tomar a la lengua para su uso en una suer­te de contorsión, apego a la música que soporta el canto de la voz, en fin, Joyce sostenía en Work in Progress otra política que la del sentido.

Esa resonancia fue escuchada por Lacan y creemos que el artículo firmado por Samuel Beckett "Dante...Bruno.Vico..Joy­ce" es sumamente consonante con la sensibilidad hacia una definición del significante.

Joyce realizó en su Work in Progress una suerte de colado y retiro de la nata cremosa del sentido. En palabras de Bec­kett, "la forma es el contenido y el contenido es la forma" [19] Lo que irritaba es que no estaba escrito en inglés y Bec­kett sostenía que efectivamnente, no estaba escrito sino es­crito para nada. O sea, un texto que no es para ser leido o mas bien, no solamente para ser leido, sino también para "ser visto y escuchado"[20] Esa escritura no es acerca de algo, si­no que es ese algo mismo". Este cambio de punto de vista ace­rca de lo escrito marcó un descentramiento de la postura tra­di­cional de considerar que lo escrito es vehículo del sen­tido, o transporte del signo (por ej.ver Saussure). Cierta política de desofisticar el lenguaje estaba presente en la obra toda de Joy­ce, desde el momento en que trata a las palabras como algo mas que una prolijo uso de símbolos.

Así, por ejem­plo, la pa­labra "doubt" en inglés (duda), no dice plena­mente la nece­sidad de elección, de irresolución es­tática. Joy­ce entonces la reempla­zó por "in twosome twiminds", apelan­do a un estado vivo de la lengua, adueñandose así de una posi­ción de amo del len­guaje. Se repite en la palabra misma, la dimensión del dos "two", dos mentes, como diciendo mejor lo que duda, en su "du­bitare" (a­lude a lo doble o Zweifel en ale­mán) Esta invención permanen­te, ubicó ese texto entonces, en una posición vecina a la de la locura.[21]


LITURATERRE o L. en "souffrance"


En 1971 Lacan retomó el ejemplo joyceano de letter,lit­ter, a propósito de la escritu­ra de Lituraterre. Un punto de apoyo en Lacan y en Joy­ce es el equívoco, un modo de des­lizamiento en donde ocurre una "transposición de letras en los labios y un trasto­camiento en el oido". La ope­ración de desli­zamiento de letra en basura,de un hecho de mera coinciden­cia de lectura, Lacan sacó las conse­cuencias en el hecho de reco­nocer ahí, que una defi­nición mas apta de lo que es la civili­zación, como un ejemplo de cultura, la cloaca. Donde hay ba­sura, se estaría en pre­sencia de lo humano. Ese es el privile­gio de haber escu­chado lo que de escrito hay en letter-litter. Ya no nos llama la atención que en este punto de Litu­raterre, Lacan men­cione a S.Beckett, quien habría mostrado, desde el ángulo de la lite­ratura, que ella es una acomodación de res­tos de lo que ha­bría sido primitivamente canto, mito hablado y procesión dra­mática (Vico). Hizo falta el paso por la escritu­ra para que el significante se ordene en una tempo­ralidad paradojal. No ha­bría significante si no hubiera lectura de lo que esa letra por­ta, al mismo tiempo que la lectura no queda an­clada a un hecho de aprendizaje del arte de escribir. Hay lec­tura donde hay algo a leer, aunque no haya obligatoriamente en juego una ope­ración "manual " de inscripción.


Lituraterre escribe un flujo hacia un real contorneado en donde queda amarrada la idea que la letra no es idéntica al significante. Por ello, sacamos nosotros la consecuencia lógi­ca y simple a la vez, de que no hay definición del sujeto por la letra. La letra como tal es idéntica a ella misma y sustrae al sujeto de la suposición del saber. La letra, punto de lle­ga­da para un psicoanálisis, pone al saber (S1S2...Sn) en el abi­smo.

Lacan propuso en este texto, una frontera entre el saber y el goce, entre la verdad y el saber(Banda de Moebius ) entre el significante y la letra. O sea, que hay un cierto franquea­miento de un borde, esa línea que separa, no a regio­nes homo­geneas, separadas por una linea imaginaria ya que eso indica­ría cierta reciprocidad. Es entre dos superficies hete­roge­nas, como la tierra y el agua que hacen un litoral. El lito­ral de la letra hace borde entre Simbólico y Real al mismo tiempo que la letra resiste la absorción por parte del simbó­lico. Entonces," la letra dibuja el borde del agujero en el saber" y ese agujero está expuesto a que el goce lo tapone.Por ello Lacan dirá que "la literatura de vanguardia está hecha de li­toral...no se emite desde la apariencia" (Lituraterre)Y de allí se extrae toda una posición frente a la obra de arte. La obra de arte no es el semblante sino su desfallecimiento en el que se muestra el esqueleto, la osamenta del significante-le­tra haciendo borde.¿ Cómo formu­lar un agujero que se sostenga como tal?

La "ra­ture" tacha­dura de la letra, del trazo hace justa­mente aparecer el trazo.

Fue entonces,a partir de 1974 y sobre todo de la reintro­ducción por parte de Lacan del toro como aquel objeto apto para mos­trar la estructura del hombre (Seminario "L'insu que sait de l'unebevue s'aile a mourre"14/1­2/76) que se actua­lizó la objeción a cualquier idea natural acerca del sis­tema del mundo que apelara a la esfera. El significante como tal, en su caracter de uniano, comporta una materialidad iden­tifi­catoria a partir de la "corp-sistence" (consistencia; cue­rpo - sisten­cia). Es a partir de la operación de corte del toro, agujere­do, lo que permite hacer cierta manipulación la cual lo con­vierte en una "trica" [22]. Subra­ye­mos el hecho que en fran­cés, ese pasaje, esa transformación es es­crita como : "tori­que".

"t(o)rique------>trique

y esa (o) va a ser tomada a nombre de una elisión. Dicha su­presión de una letra, es también marcada comunmente en el uso gramatical corriente, con una ' (un apóstrofe) como en "c'est" o "that's". Pero conjuntamente a esta sustracción, recorte de palabra, Lacan realiza otra manipulación de la lengua, una suerte de deslizamiento de una letra por otra, cuando usa la palabra "hysterique" pasando a "hystorique" (histérica--> his­tórica) El punto de pivote de la identificación historia/psi­canálisis lo constituye el análisis definido como "histeriza­ción". De esa manera, en ese desliz, toma consistencia una cierta verdad, que perteneciente al real, es pronunciada en un tiempo de sustitución. Este recorrido es correlativo a una renominación del inconsciente.Y este eje­rci­cio, producido duran­te el semi­nario hablado, es solida­rio con una instancia de la letra que objeta la esfe­ro­cidad del mundo y recibe una inter­mitencia del real, de aq­ue­llo que no cesa de no escribir­se.

La fonetización de la letra, se desliza así de una lengua a otra, donde el estatuto de otra toma un particular color. Si no hay lengua mas que cuando se la pone en práctica por el ser hablante, esa intercepción del real no conoce lengua nacional, madre y así, la otra puede ser cualquiera.Dicho de otro modo, a lo que nos referimos es a cierta operación que, incluso es lo habitual, se realiza no propiamente entre dos lenguas (dis­tintas) sino dentro de una misma lengua; o sea, un pasaje de lengua del castellano al castellano.Es un hecho mas o menos visualizable, que contamos con las lenguas como inconmensura­bles; o sea, que no tienen medida común, es decir que no hay dominio de una sobre otra ni com­plementariedad.[23] Es una ma­nera de presen­tación del inconciente que no tra­du­ce sino que cifra. Recorde­mos que hizo falta todo un re­co­rrido para que ese ejer­cicio pudiera sostenerse sin las mu­le­tas de la lin­guística saussu­reana: virar de una traducción a un ci­frado-descifrado. Tome­mos solamente como un ejemplo mas o me­nos vi­sible, la ma­nera que Lacan traduce del alemán al fran­cés el término "Ver­wer­fung" por "forclusión" en 1956[24], que no equi­­vale a la ma­ne­ra de traducir "Unbewusste" por "l'u­ne be­vue". Esto habla de una len­ta práctica (como se dice en el mundo del deporte) y rigu­roso apego al escrito, de las tres ditmensiones RSI, hasta llegar incluso a su equivalencia no­dal. Lacan hace hablar a Freu­d, donde antes lo leía.


La experiencia del análisis requiere la obligada presen­cia del cuerpo del otro, verdadera caja de resonancia (música) para que esa amplificación, la implicación subjetiva en lo que se lee en lo que se dice. Muchos años transcurrieron hasta que este detalle [25] tomara cuerpo de una escritura que provenga de un lu­gar dis­tinto al del significan­te, ya que so­lamente este último se ofrece a la interpreta­ción. Una escri­tura no fonéti­ca, si­len­ciosa, ejecutable, im­plica el conteo, el error de ma­nipulación y asimismo, el pasar por el otro para que san­cione el hallaz­go del real. L'unebe­vue, lugar del equ­ívoco, presen­ta entonces dos caras: el do­blez del significante que ejempli­ficada en la carta robada, toma su propiedad de simbó­lico y el pliegue de la letra, lo que permite que el real y el imagina­rio tomen su lugar bajo la forma del trastorno del cue­rpo.

La obra de arte es de arte si ha virado de lo literal a lo litoral, o sea, la locura ocupa el esplendor de lo literal pero el dispositivo ficcional no ha llegado aun a su encuen­tro. El loco produce respuestas literales a la espera de un cruce con el Imaginario ( ver el esquema L).El dolor de leer de mas, la persecución de la letra, la misantropía, son solo alguana de las formas en las que lo literal está exiliada del cuerpo. De ahí que la escritura alcanza su paroxismo de extre­ma inquie­tud. Un cuerpo hace su jugada y esa inquietud, ese sobresalto continuo que en ocasiones es calcado por una se­paración de la obra, toma en ese instante la de la separa­ción del suje­to de su objeto cargado de goce.


Si Yan Pélissier [26] toma la relación de Lacan con Joyce co­mo un diálogo de réplicas,

letter litter
littura littera
litteral littoral
litterature lituraterre

es debido a que son respuestas las cuales no funcionan como un eco, sino mas bien diríamos que responden en un cierto juego de lengua­je.Si Wittgenstein me­diante, juego de lenguaje no quiere decir juego de palabras, entonces estamos de lleno en los límites del lenguaje. Conside­remos asimismo que Borges adopta otro modo de réplica a las equivocaciones; ensayó una política y una lógica (escritura) apegada a la condición im­placable del len­guaje, o sea, una escritura de las orillas (litoral).

En esta serie, digamos que resta esa letra a la espera, esa L. de Lacan, en "souffrance", es decir en su France. Un nombre que se lee medio en francés, medio en castellano, y que por ello facilitaría , en algunas felices ocasiones, hallaz­gos de Real.



Mario Betteo
junio,1995.
[1].-"Le moi dans la theorie de Freud et dans la technique psychalaytique" Hay ediciones que no cuentan con un estableci­miento crítico del texto; ver Seuil y Paidos.
[2].-"La psychanalyse, #2" Paris.
[3].-Lacan,Jacques; "Ecrits",p.15,Seuil,1966. "Escritos" Tomo 2, p.15, 6a edición,1980.
[4].-Ibidem; p.23; p.23.
[5].-Ibidem;pag. 23; pag,23.[Transcribo del seminario "De un Autre a un autre",21 de mayo de 1969: "El sistema de ningu­na parte. He ahí , podría decirse, lo que nos falta exponer. Es precisamente allí que tomará su sentido, al fin, el término de utopía, pero esta vez realizada -si pudiera decirlo- desde el buen extremo. La vieja "nullibiquité" a la cual en los an­tiguos tiempos, yo había dado el lustre que ella merece por haber sido inventada por el obispo Willkins. ¿Que es eso "no está en ninguna parte"? Se trata del goce...en tanto exclui­do..." Encontramos aquí una pequeña variante en la evocación del término citado por Lacan, en relación al citado en "La carta robada", introduciendo ahora a la ubiqui­dad.]
[6].- Es un hecho que el nombre de Borges no formó parte de las referencias insistentemente necesarias con las que Lacan se alimentó del "caldo" en que se encontraba inmerso. Agregue­mos a esto que una distancia de 12 años separaron al seminario en cuestión de la Introducción de "Scilicet" (1968) donde vol­vió a mencionar a Borges. Pero, la que mas llama la atención, por su penetrante justeza, es la primera.
[7].-Borges,Jorge Luis,"El tamaño de mi esperanza", Seix Barral, 1993.
[8].-Borges,Jorge Luis, "El lenguaje de Buenos Aires", Eme­ce,1978.
[9].-Ibidem,"El tamaño..." p.39-43.
[10].-Ibidem, en "El lenguaje de Buenos Aires",'El idioma de los argentinos',pag.19.
[11].-Ibidem,p.22.
[12].- Ibidem; "Otras inquisiciones", Emece 1960, p.142.
[13].-Michel Foucault confiesa al inicio de "Las palabras y las cosas" que ese libro nació de la risa incontenible que le produjo ese ensayo de Borges, y especialmente la cita de "cie­rta enciclopedia china donde está escrito que 'los animales se dividen en a)pertenecientes al Emperador,b) embalsamados c) amaestrados d) lechones e)sirenas f) fabulosos g) perros suel­tos h) incluidos en esta clasificación i) que se agitan como locos j) inumerables k) dibujados con un pincel finísimo de pelo de camello l) etcétera m) que acaban de romper el jarrón h) que de lejos parecen moscas". Foucault llama a esto la he­te­rotopía, una falta de lu­gar común que agrupe lo que rompe la sintaxis y ":no solo la que constituye las frases - aquella menos eviden­te que hace "man­tenerse juntos" a las palabras y las cosas. Atopía,afa­sia"( Pag.3, Siglo XXI),1981.
[14].-Brisset escribió y publicó entre otros escritos, una Gramática Lógica, investigación acerca del origen de las len­guas, a la cual M.Foucault le hizo un prefacio "7 propos sur le 7e ange" en su edición de Tchou, 1970. Ya hay traducción al castellano de este notable ensayo de Foucault en Litoral 18/1­9,Córdoba, Edelp 1995.
[15].-Borges,J.L.;"El idioma...",pag.34.
[16].-Ellman,Richard;"James Joyce",Oxford Univ. Press,1982 p.613.
[17].-Ibidem,p.613.
[18].-Lacan,J.;Ecrits p.25;Escritos,p.26.
[19].-Beckett,Samuel;"Dante...Bruno.Vico..Joyce" en "Our exagmination round his factification for incamination of work in progress",en "Disjecta",John Calder, London,1983, p.27.
[20].-Ibidem, p.27.
[21].-Dicha vecindad la encontramos frecuentemente en los trabajos de aquellos que especulan acerca del origen del len­guaje. A modo de ejemplo,cercano a Joyce,señalamos a Gia­m­bat­tista Vico (1668-1744) quien en "Una ciencia nueva sobre la naturaleza común de las naciones" plantea ciertos axiomas fi­lológicos .Vico rechaza la idea de que el nacimiento de las letras y el de las lenguas estén desuni­dos. Vico demuestra, que todas las naciones hablaron primero mediante la escritura, pues fueron en principio mudas. Para él, las letras son signos convencionales y no formas de soni­dos articulados. Este ha­llazgo lo vemos coexistir con toda una elucubración acerca del origen de las palabras, de la apari­ción primera de las vocales cantadas, para luego aparecer las consonantes y su relación con las pasiones violentas. (Ver Capítulos IV,V y VI, Ed. Agu­ilar 1965)
[22].-Viltard,Mayette; "Punto de vista sobre la identifica­ción" en Littoral #13, 'el niño y el psicoanalista', EPEL,Cór­doba ,19­91.

[23].-Khun,Thomas;"¿Que son las revoluciones científicas y otros ensayos",Paidos, Pensamiemto contemporaneo, pag. 106, Barcelona,1989.
[24].-La "verwerfung" extraida de algunos rincones de Freud como un mecanismo, Lacan la tradujo por "rechazo" (rejet), "exclusión" (exclusion) y en la última sesión del seminario acerca de las estructuras freudianas de las psicosis, el 4 de julio de 1956, propone "forclusion", es decir usar una acep­ción jurídica como en alemán.
[25].-"Una escritura, como el sueño mismo, puede ser figu­rativa, está siempre como el lenguaje articulado simbolicamen­te, o sea que esta es fonemática y fonética de hecho desde el momento que se lee". Lacan, Jacques;Situación del psicoanáli­sis en 1956, Escritos 2, p.194 -subrayado de Lacan-.
[26].-Pélissier,Yan;"Un lettrage des escrits de Wolfson", en "Cahiers de lecture freudiennes, Lysima­que,#23.feb,1993,pag.199.